El castillo de Calatañazor, del siglo XII, fue reformado en el siglo XIV.

En estado de ruina consolidada, conserva algunos lienzos y parte de la torre del homenaje desde dónde se pueden alcanzar unas vistas impresionantes.

Por el lado noroeste, el más sensible de la fortaleza, cuenta con un foso, mientras que por el valle de la Sangre la propia altura de los riscos ofrece una protección suficiente.

Debajo del castillo se conserva una necrópolis altomedieval con tres tumbas antropomorfas fechable a partir del siglo X. No muy lejos circulaba la vía romana de Astorga a Zaragoza.