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Expropiaciones para reducir inundaciones en monasterio de Santa María de Huerta

Las obras para reducir el riesgo de inundaciones en Santa María de Huerta y su monasterio cisterciense llevan a uno de sus últimos pasos con la publicación este lunes en el BOCyL de la relación de bienes y derechos afectados por el proyecto, para proceder a su expropiación.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta ha anunciado hoy que se somete a información pública la relación de bienes y derechos afectados por el proyecto “540-SO-574 Santa María de Huerta. Proyecto de reducción del riesgo de inundación en el núcleo urbano”. en el término municipal de Santa María de Huerta.

A finales de noviembre de 2024, la Dirección General de Infraestructuras y Sostenibilidad Ambiental procedió a la aprobación provisional del citado proyecto.

Previo a la aprobación definitiva del mismo y en cumplimiento de la Ley de Expropiación Forzosa, se somete ahora al trámite de información pública durante un plazo de 15 días hábiles, la relación individualizada de bienes y derechos afectados por el citado proyecto.

En este plazo, podrán presentarse las alegaciones y observaciones que se consideren oportunas, con el objeto de que cualquier persona pueda aportar por escrito los datos para rectificar posibles errores de la relación de afectados u oponerse por razones de fondo o de forma, a la necesidad de ocupación.

La entonces delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, confirmó en enero de 2023 que el Gobierno de España financiará con dos millones de euros la recuperación del cauce y encauzamiento del barranco Tejar, una obra con la que se pretende terminar con las inundaciones, que afectaron en 2015 y 2018 al monasterio cisterciense, además de parte del núcleo urbano.

Estudi

Después de la grave inundación acaecida en 2018, la Confederación Hidrográfica del Ebro redactó un estudio hidrológico-hidráulico detallado del episodio de crecida que incluía, además de la caracterización de este suceso (precipitaciones, caudales y modelación hidráulica), propuestas de actuación para disminuir el riesgo de inundación y sus afecciones en esta localidad.

Para ello se proyecta actuar sobre el barranco, dotando de mayor sección hidráulica al cauce y reduciendo el riesgo de desbordamiento al paso por la localidad.

Además, en el arroyo del Tejar se acondicionará un tramo de 43 metros, aguas arriba del puente en la calle de San Bernardo, y se ejecutará un nuevo tramo desde el puente a la desembocadura, con unos 132 metros de canalización.

Su ubicación, al igual que la de muchos otros monasterios, en fondo de valle y a favor de la corriente de agua, ha propiciado numerosas inundaciones históricas, y la presencia de humedad es constante debido a la elevación del terreno circundante.

Por ello, se han implementado desde la antigüedad diversos trabajos de saneamiento con los que alejar el agua de sus muros.

Desde la antigüedad, y a consecuencia de fenómenos pluviométricos muy localizados, se produce en Santa María de Huerta el incremento repentino del caudal de los barrancos que alimentan el río Jalón a su paso por la localidad, generando “inundaciones relámpago” o “barrancadas” recurrentes, que provocan importantes daños en el núcleo urbano.

Adicionalmente, las transformaciones del territorio vinculadas a la agricultura y el urbanismo han incrementado la vulnerabilidad de Santa María de Huerta ante el riesgo de inundación, situación que se ve agravada en la actualidad por los efectos del cambio climático.

Dos inundaciones

En los últimos años, el Monasterio de Santa María de Huerta ha sufrido dos inundaciones que han generado importantes daños económicos y materiales, si bien se han registrado desde la antigüedad diversos episodios de gran magnitud, en concreto varios eventos acaecidos a finales del siglo XVIII que afectaron profundamente al edificio y su contenido.

El 23 de junio de 2015, la localidad experimentó una inundación ocasionada por fuertes precipitaciones, ya que los barrancos que alimentan el Jalón en este punto no tuvieron capacidad suficiente para recoger la cantidad de agua caída durante la tormenta.

El arrastre de lodos provocó la acumulación de toneladas de barro en diversos tramos del casco urbano, afectando a calzadas y a numerosos bajos de edificios.

En el recinto monástico, debido al empuje y presión del agua, se produjo la rotura de dos paños del cerramiento del cementerio (entrada y salida), provocando daños en varias sepulturas.

La zona arqueológica de la plaza de acceso al monasterio se vio igualmente anegada por las aguas y el barro arrastrado.

El edificio del monasterio sufrió alguna filtración, pero en esta ocasión, los daños en el interior fueron limitados.

El 9 de septiembre de 2018, y tras un evento de menor intensidad en junio del mismo año, una intensa tormenta produjo un nuevo episodio de inundación en la localidad.

El muro de encauzamiento del río Jalón se vio afectado, provocando importantes riesgos tanto para los peatones como para la circulación de vehículos.

En la vía central del municipio se registraron varias edificaciones afectadas, fundamentalmente plantas bajas destinadas a garajes, trasteros y algún comercio.

En el recinto monástico, tanto el edificio principal como el cementerio resultaron muy afectados debido al colapso del barranco del Tejar, adyacente al recinto monástico, que generó la rotura del muro perimetral en dos zonas (entrada y salida) con la consiguiente irrupción violenta del agua y el arrastre de piedras y otros elementos.

En el interior del edificio el agua superó el metro de altura en la iglesia, refectorio, sala de conversos, claustros y otras estancias. Asimismo, la inundación afectó a las obras de acondicionamiento y excavación que se estaban realizando en la denominada sala “De Profundis” y en la zona aledaña en el exterior, y que se encontraban a punto de concluir.

Durante la tormenta, además de los monjes que residen en el monasterio, se alojaba en la hospedería un grupo de turistas que tuvo que protegerse en las zonas elevadas.

Concluidas las tareas iniciales más inmediatas en el monasterio (achique, desescombro, eliminación del barro y puesta a salvo de enseres), en las que participaron activamente los vecinos de la localidad, se hizo necesario emprender una serie de reparaciones de carácter urgente en el muro perimetral, en el interior del recinto y en el propio edificio.

Compromiso regional

A raíz de este episodio, la Junta de Castilla y León comprometió una cuantía global de 1.250.000 euros, de los que 1.100.000 euros se destinaron a reparar, a corto y medio plazo, los daños sufridos en el monasterio, mediante subvención a la comunidad cisterciense: 400.000 euros para actuaciones de emergencia reparadoras, 600.000 euros para reacondicionamiento y puesta en valor, y 100.000 euros para desarrollar un Plan de Emergencia que dotará a los monjes de una serie de instrumentos que permitan una actuación frente a las riadas.

Además de estas actuaciones, se destinaron 100.000 euros para la reparación de los daños en el muro de sostenimiento del cauce del río Jalón en el paseo de la Estacada, y 50.000 euros para la reparación del cementerio de la localidad.

Problema

Aguas arriba del monasterio, existe un conjunto de edificios que estrechan el cauce del barranco del Tejar, ocupando una ubicación muy vulnerable ante inundaciones.

A continuación, la presencia del cementerio), un conjunto de edificios pertenecientes al recinto monástico y un segundo conjunto de edificios situados fuera del recinto, pero incluidos dentro del entorno de protección genera un embudo que altera la dinámica del barranco.

La acumulación de agua provoca el colapso del muro del recinto monástico, al no estar este dimensionado para resistir su empuje y presión, ni el impacto de los posibles elementos arrastrados.

A su llegada a la calle San Bernardo, diversos edificios residenciales construidos a lo largo del siglo XX  obstaculizan la libre circulación del agua del barranco del Tejar, que se canaliza subterráneamente en este punto a través de una obra hidráulica de capacidad insuficiente.

Ante esta situación, cuando se producen lluvias torrenciales, el caudal del barranco del Tejar se desvía por la propia calle San Bernardo, una de las más afectadas por las inundaciones.

En la actualidad, las plantas bajas cuentan con medidas de autoprotección y se han realizado actuaciones para mejorar el drenaje.

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