Recuperada la romería de San Bartolomé
Como cada 24 de agosto, día de San Bartolomé, tras dos años suspendido por la pandemia, los pueblos de Ucero, Nafría y Herrera de Soria han sacado hoy en procesión de la ermita del parque natural del Cañón del Río Lobos a la Virgen de la Salud.
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Cientos de personas se han dado cita esta mañana en las inmediaciones de la ermita para expresar su veneración y volver a visitar una ermita enclavada en un lugar emblemático.
Muchos lo han hecho tras caminar a pie desde su lugar de residencia, en Ucero o los pueblos de la zona de influencia del Cañón del Río Lobos, por conocidos senderos.
Los grupos más numerosos han salido de San Leonardo de Yagüe, Casarejos y Santa María de las Hoyas, pero también ha habido peregrinos que han llegado desde Hontoria, Herrera, Nafría y Ucero.
La misa del peregrino se ha celebrado a las diez de la mañana y, dos horas más tarde, se ha oficiado la misa mayor, que ha dado paso a la procesión con la imagen de la Virgen de la Salud.
El Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, de 7 de mayo de 2015, declaró la ermita de San Bartolomé en Ucero, Bien de Interés Cultural con categoría de Monumento.
La ubicación de la ermita en un paraje singular, entre escarpados farallones, en el centro de un circo kárstico conformado por el río, y su integración en este entorno natural del que forma parte indisoluble, es junto con valores inmateriales como el arraigo social y la consideración de su carácter sagrado y legendario, uno de los valores más destacados que concurren en este espacio.
La calidad y singularidad de su arquitectura junto con los valores inmateriales que atesora, hacen de esta ermita uno de los conjuntos más representativos y singulares de la arquitectura de Castilla y León.
El obispo de Osma-Soria, Mons. Abilio Martínez Varea, presidió antes de la pandemia, en 2019 la inauguración y bendición de las obras de rehabilitación de la ermita de San Bartolomé, costeadas totalmente por la parroquia de Ucero.
En el exterior de la ermita, datada en el siglo XIII, se intervino, básicamente, en la cubierta, la portada y los muros. En el interior las mejoras han afectado al pavimento, las paredes, las capillas y el ábside así como la iluminación y las ventanas.
Además, se retiró el retablo mayor dejando el ábside visible en su totalidad y se colocó la imagen del Cristo que estaba en la capilla lateral en la cabecera del ábside.