Nuevo registrador de la Propiedad en El Burgo
El nuevo registrador de la Propiedad de El Burgo de Osma, Carlos Alberto Mañero Criado, ha tomado posesión de su cargo este jueves, cesando cesando como interina la registradora de Almazán, María Asunción Rodríguez Pueyo.
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El nuevo registrador burgense, de 33 años de edad y natural de Valladolid, es licenciado en Derecho, Administración y Dirección de empresas y Ciencias Políticas y de la Administración por la Universidad Pontificia de Comillas y con anterioridad ejercía como Registrador titular en la Comunidad Valenciana, concretamente en la localidad de Viver (Castellón), siendo además miembro de la junta autonómica del Colegio de Registradores en la Comunidad Valenciana como vocal de atención a consumidores y usuarios.
El distrito hipotecario de El Burgo de Osma es uno de los cuatro en que se divide la provincia de Soria junto con los correspondientes a los registros de Soria 1, Soria 2 y Almazán.
En el caso de el distrito burgense abarca más de 100 localidades, desde San Leonardo de Yagüe o Navaleno en el norte hasta el límite de la provincia de Guadalajara en el sur.
Lleva prestando servicio de forma ininterrumpida desde su implantación en el año 1861 y custodia en sus libros toda la información relativa a operaciones jurídico-inmobiliarias realizadas desde entonces si bien la institución registral ha evolucionado para adaptarse a a cada momento histórico que le ha correspondido vivir constituyendo a día de hoy una oficina pública completamente digitalizada siendo los cauces telemáticos la principal vía de entrada de documentación, sin descuidar el trato personalizado a los ciudadanos que acuden de forma presencial a sus instalaciones de Calle Cañadas 4.
La llegada del nuevo Registrador permite dar impulso a todas aquellas operaciones inmobiliarias y urbanísticas que estuvieran pendientes, como los supuestos de inscripción de concentraciones parcelarias; pero es también de vital importancia para los ciudadanos de a pie ya que en el sistema jurídico español las hipotecas (la garantía real por excelencia) son de constitución registral, es decir, existen desde el momento en que son inscritas por los registradores previa calificación exhaustiva de su clausulado permitiendo así garantizar la seguridad jurídica del sistema hipotecario español pero sobretodo, y más importante, la protección de los consumidores.
