Maxim Huerta defiende las tradiciones culinarias en las matanzas del Virrey
Las jornadas rito-gastronómicas se prolongarán hasta el 9 de abril
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El periodista y escritor Máxim Huerta, que ha pregonado hoy las cuatragésimo terceras jornadas rito-gastronómicas de las matanzas, en el Virrey Palafox, de El Burgo de Osma, ha defendido el sabor de las tradiciones culinarias, frente a la modernidad.
Huerta ha oficiado de pregonero de las cuadragésimo terceras jornadas rito-gastronómicas de la matanzas, declaradas fiesta de interés turístico nacional y que, organizadas por el restaurante Virrey Palafox, en El Burgo de Osma, se prolongarán todos los fines de semana hasta el 9 de abril con la previsión de sentar en la mesa a cerca de 9.000 comensales.
Además ha asegurado no entender las criticas y ni se las plantea, "salvo que seas vegano".
"Es un sabor y una comida que probamos todos; no es una tradición negativa", ha subrayado.
El periodista, que ha reconocido tener "buen saque", sucede como pregonero de las jornadas al cocinero Pepe Rodríguez, en un listado donde también han oficiado este cargo honorífico Camilo José Cela, Luis del Olmo, Chumi Chumez, Javier Pérez de Andrés y Fernando Sánchez Dragó.
Los comensales de esta jornada inaugural han podido presenciar el primer ritual de la matanza del 2017 y después, en la mesa, disfrutar de un menú de veintidós platos relacionados con el mundo del cerdo donde se fusionan los fogones tradicionales con la cocina más moderna.
El jefe de cocina del restaurante Virrey-Palafox, Francisco de Gregorio, ha asegurado que cada fin de semana se sirven en la mesa mil kilogramos de carne de cochino, sacando provecho a sus diferentes texturas, y con alguna novedad todos los años.
Este año se consumirán entre 15.000 a 20.000 kilogramos de cochino durante las jornadas.
A grandes cifras, cada persona puede comer una media de dos kilos en la comida, cuando un estómago medio se puede llenar con tres.
Este evento gastronómico ha sentado en la mesa, en toda su historia, a cerca de 400.000 comensales.
La idea de crear unas jornadas gastronómicas de la Matanza surgió en 1974, cuando el restaurante Virrey Palafox convocó un concurso de cocina sobre platos típicos sorianos y comprobó que muchos de ellos tenían al cerdo y sus derivados como ingredientes principales, en una época donde la matanza domiciliaria empezaba a estar en regresión.
Un año después, y con la ayuda del entonces cronista oficial de Soria y director de la desaparecida cabecera "Campo Soriano", Miguel Moreno, se puso en marcha la primera edición en el primigenio restaurante Virrey Palafox, situado junto al que fue edificio de la Universidad de Santa Catalina, en El Burgo de Osma.
Desde entonces, el Virrey Palafox, una empresa sustentada por la familia Martínez Soto, ha sabido mantener un ambiente familiar, con la música de fondo de los gaiteros, uno de los secretos del mantenimiento de esta tradición, según el director de las jornadas, Armando García.
En la apertura de estas jornadas rito-gastronómicas, el Virrey Palafox ha entregado el diploma de "Matancero de honor" al director del Museo Arqueológico Regional de la Comunidad de Madrid, Enrique Baquedano, "por ejercer de soriano y defender la provincia allí donde ha estado".
También ha recibido este reconocimiento el escritor leonés Julio Llamazares, vinculado desde siempre con el mundo rural, y el coworking El Hueco de Soria, "por apoyar y fomentar iniciativas y emprendimientos basados en ideas transformadoras" y al músico Fernando Óscar Pérez, "por su labor de divulgación de la cultura popular".