Tardelcuende sigue apostando por la resina para generar empleo

Jaquotot ha visitado hoy Tardelcuende, en la provincia de Soria, para conocer el experimento "Pica con taladro", que se está realizando en pinares de este municipio con la intención de facilitar el trabajo de los resineros e incentivar la incorporación de la mujer a este empleo.

El subdirector de Política Forestal ha recordado los altibajos que ha sufrido el trabajo resinero en España, con su punto álgido en los años 60 del siglo XX y una posterior caída casi hasta su desaparición y su posterior recuperación a partir de 2010.

"Ha habido un repunte en el mercado y además los mercados de Brasil y China, que le echaron abajo, dan muy poca calidad y el mercado está volviendo a una resina de calidad", ha asegurado.

Jaquotot ha señalado que el Ministerio apuesta claramente por incentivar el trabajo resinero, con la organización de un curso anual que se celebrará en junio de 2019 en Tardelcuende.

"Acabamos de hablar con el alcalde para que el curso de 2019 sea en Tardelcuende. La resina tiene más posibilidades de lo que la gente cree", ha asegurado.

Jaquotot ha deseado que la cifra aumente, para lo que será necesario incentivar el mercado, dar facilidades a los trabajadores, mejorar las condiciones fiscales y complementar el trabajo resinero con otro.

"Alguien tiene que buscar la vía para que esos tres o cuatro meses en que el resinero no tiene actividad, esté empleado en otra tarea pero depende de las comunidades autónomas o la Diputación", ha apuntado.

Por su parte, el alcalde de Tardelcuende, Ricardo Corredor, ha explicado a los periodistas que con el experimento de la pica con taladro se pretende incorporar a la mujer al pleno trabajo de la resina.

La oportunidad de testar esta técnica surgió con un programa de Arraigo impulsado por la Diputación provincial, incluido en el Plan Soria.

Actualmente hay tres personas que trabajan en este proyecto, de la que una de ellas es una mujer que es la que realiza el trabajo físico en 3.500 pinos resineros.

"Con la pica de taladro hacemos tres agujeros, se pone un macarrón de plástico con una bolsa colgando atada con una brida, por donde la resina fluye y cae directamente a la bolsa. Es una resina absolutamente pura, que no tiene contacto con el exterior", ha explicado.

Corredor ha destacado que esta técnica ahorra trabajo a los resineros ya que, en lugar de comenzar a picar a mediados de febrero o marzo, como se hace con el sistema tradicional, lo pueden hacer en mayo.

Tardelcuende tiene actualmente 28 resineros en sus montes públicos y llegó a tener hasta 90 resineros en la década de los sesenta del siglo XX.