Paco Damas recupera a las olvidadas mujeres de la Generación del 27
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Paco Damas recuperará el próximo lunes en Almazán, a través de sus composiciones musicales, la memoria de mujeres “Las Sinsombrero”, un movimiento intelectual que surge como acto de rebeldía de las mujeres de la Generación del 27 olvidadas en el ámbito cultural e intelectual en la década de los años 20-30.
El concierto, con entrada libre hasta completar el aforo, está organizado por el Área de Igualdad de la Diputación de Soria, en colaboración con la Fundación Cultura de Paz.
La actuación está prevista en dos sesiones en el teatro Calderón: a las 12:30 horas, un concierto didáctico, repertorio "Las Sinsombrero"; a las 18:00 horas, concierto para el público en general, repertorio "Mujeres de Carne y Verso".
Paco Damas, que es el único autor con conciertos temáticos sobre Igualdad, ha musitado por primera vez los poemas de todas estas autoras a ritmos contemporáneos y actuales para conseguir a través de la música que estas mujeres tengan su lugar en la historia y que de esta manera también la historia esté completa.”
Llevar sombrero era para los hombres y las mujeres un acto de jerarquía social. En ninguna circunstancia se quitaban el sombrero. El origen del movimiento “sinsombrerismo” se inicia a partir de la década de 1930 cuando las mujeres quieren dejar de ser invisibles y hacerse visibles en le cultura y la intelectualidad de la época.
Cuenta Maruja Mallo que junto a Lorca, Dalí y Margarita Manso un día en la Puerta del Sol de Madrid, hicieron una performance quitándose el sombrero y fueron insultados, vilipendiados e incluso apedreados.
Es aquí cuando nace ese grupo de Mujeres de la Generación del 27.
Sinsombrero
“Las Sinsombrero”, entre las que destacan María Zambrano, María Teresa León, Concha Méndez, Ernestina de Champourcín, Rosa Chacel, Josefina de la Torre y las artistas plásticas Marga Gil Röesset y Maruja Mallo, deciden quitarse el sombrero, ese corsé intelectual que las relegaba a un segundo plano sin participar de manera activa en la vida intelectual de nuestro país.
Todas ellas amigas de Lorca, Dalí, Alberti, Guillen, entre otros, eran olvidadas en las antologías de sus compañeros y por fin ellas a través del “Sinsombrerismo” quisieron manifestar su rebeldía y su necesidad de sentirse iguales que sus compañeros de Generación en la búsqueda de un sueño de igualdad y liberad.
Mujeres libres y rompedoras, apasionadas y apasionantes, que se anticiparon, e hicieron posible las mujeres de hoy. Mujeres que se quitaron el sombrero, ese corsé intelectual que las relegaba al papel de esposas y madres, y participaron sin complejos en la vida intelectual española en los años veinte y treinta.
