Los vecinos denuncian obras ilegales en Eroski
La Comunidad de Propietarios “Secadero del Bacalao” de Almazán ha movilizado a sus vecinos para emprender acciones encaminadas a evitar el comienzo de lo que califican como unas obras ilegales por parte del grupo empresarial Eroski.
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Los vecinos han observado cambios en la disposición interna del centro comercial de Almazán, cuyos empleados les han informado de que las obras de reforma, que implicaban la implantación de grandes tuberías de desagüe a través de los garajes comunitarios, eran inminentes.
Por todo ello, al no ser siquiera informados por la empresa arrendadora titular del local, Iceberg Inversiones SL., por el administrador de la comunidad, ni por el mismo Grupo Eroski, los propietarios, tras numerosas y ostensibles evasivas recibidas de las tres entidades, se han visto obligados a llevar la iniciativa enviando sendos burofax a estos dos últimos, advirtiéndoles de emprender acciones legales e instar la intervención de las fuerzas de seguridad por haber ignorado su preceptivo pronunciamiento y aprobación al implicar zonas comunitarias.
Inmediatamente después de recibir el burofax en la mañana del jueves 28 de enero, según han explicado los vecinos, el Grupo Eroski, a través de su responsable del Departamento de Gestión Inmobiliaria, se puso en contacto con la comunidad asegurando que no se iba a iniciar reforma alguna sin el preceptivo visto bueno de la misma, adjuntando un informe técnico de un arquitecto que diagnostica patologías sobre viales exteriores y soleras interiores y propone una reforma integral valorada en más de 113.000 euros.
Sin embargo los mensajes reenviados in extremis por dicha responsable a los propietarios al recibir el burofax acreditan la intención de reformar exclusivamente el interior del centro comercial, reduciendo el coste a 25.000 euros, ignorando las recomendaciones del mismísimo arquitecto sobre la subsanación de las patologías exteriores, que para mayor paradoja califican como “grueso del problema”, al originar gravísimas inundaciones en la planta sótano destinada a los garajes comunitarios debido al progresivo hundimiento de los viales exteriores que circundan el edificio.
Paralelamente, los propietarios han trasladado su preocupación a Iceberg Inversiones SL, cuya propiedad incluye, además de al local arrendado al centro comercial, a los cuatro viales antedichos, hundidos respecto a la fachada del edificio de un modo tan desorbitado y palmario que han producido una enorme grieta longitudinal a lo largo de todo su contorno, por la que las aguas pluviales entran a raudales convirtiendo el sótano destinado a los garajes comunitarios en una piscina olímpica.
La gravedad del asunto radica. según han denunciado los vecinos, en que al finalizar la mañana del viernes 29, sin conceder margen alguno para reaccionar, el Grupo Eroski ontraviene su propio compromiso manifestado el día anterior consistente en esperar a la aprobación preceptiva de la obra por la comunidad, notificando al administrador la ejecución de la misma, "con los espurios pretextos de tratarse de un saneamiento correctivo de urgencia y de mantener abierta la actividad de un supermercado por ser esencial y de interés público según el Decreto de Estado de Alarma".
En conclusión, el único grueso del problema, tanto para el Grupo Eroski como para su arrendador Iceberg Inversiones SL, son los cerca de 90.000 EUROS valorados por el arquitecto que ha diagnosticado las graves patologías exteriores en el informe técnico encargado por la empresa vasca, para la que lo verdaderamente esencial y urgente es ahorrárselos y atender exclusivamente a sus propios intereses, aunque sea llevándose por delante el derecho de la comunidad de propietarios a aprobar el paso de tuberías de los desagües del supermercado por encima de sus vehículos, para los que ya han solicitado presupuesto de instalación de motores fueraborda.
La Comunidad de Propietarios “Secadero del Bacalao” de Almazán ha asegurado en un comunicado que no va ha permitir que el grupo empresarial Eroski arramble como un elefante en una cacharrería utilizando vilmente la antiquísima estrategia de los hechos consumados, y por el contrario, está firmemente decidida y comprometida a llevar a cabo todo tipo de acciones para evitar la materialización de este infame atropello, llegando incluso a establecer turnos de vigilancia para impedir la entrada de los operarios a los garajes y requiriendo la intervención de las fuerzas de seguridad.