Gran tarde de toros y de toreros en Almazán

Plaza de toros de Almazán. 6 toros de Adolfo Martin para Manuel Escribano, Joselillo y Javier Cortes. Este último debuta en esta plaza. La corrida comenzó con 15 minutos de retraso. Unas 1000 personas en el tendido. Tarde agradable con algo de viento.

Crónica de Adolfo Sainz

Abrió plaza un buen toro playero que recibe dos puyazos de largo llegando al último tercio con una embestida suavona. Escribano alterna las dos manos en una faena larga con muletazos templados que no termina de redondear. Tras estocada desprendida y dos descabellos le suena un aviso, siendo silenciada su labor.

El segundo toro fue más chico y tuvo peores ideas. Recibe también dos puyazos de lejos y en la muleta tuvo más dificultades que se vieron ya desde el principio colándose. Joselillo hace una faena voluntariosa con pases sueltos sorteando esas dificultades hasta que lo mata de estocada certera por lo que es recompensado con la primera oreja de la tarde.

Gran faena de Javier Cortes al tercero. Este toro, chico también, le permitió torear con grandeza en unos naturales y derechazos extraordinarios de mucho gusto. Ya desde el principio le recetó dos grandes verónicas pero lo mejor lo hizo con la franela. Su labor a pesar de pinchar dos veces y una gran estocada fue premiada con una oreja de ley. Cortés no pudo debutar en Almazán mejor.

Otro gran toro ha sido el cuarto tanto por trapío como de juego por su excelsa calidad humilladora. Frente a él Escribano ha estado firme y poderoso. Cuando bajó la mano la faena llegó a sus momentos más álgidos con muletazos excelentes. Como mata de una gran estocada el premio es de dos orejas que pasea tras recibir el toro una merecida ovación.

El quinto ha sido un extraordinario toro. Muy serio, el más de todos, y el mejor. No se cansaba de embestir con una tremenda calidad y a la vez exigencia. Todo lo que se le hacia tenía interés e importancia. Joselillo estuvo bien con él pero se le notaban sus carencias por la falta de contratos. Aun así logró sacarle naturales de uno en uno en una faena larga que remató de pinchazo y estocada cortando una oreja.Destacar también su recibo capotero y a su peón que saludó tras banderillear. El toro también fue despedido con una ovación premio menor para un animal que mereció más.
El que cerraba plaza también embistió si bien es verdad que lo hacía con la cara alta y sin humillar. Cortés le hizo faena a media altura tirando muy bien del astado. Lo peor de su actuación fue con el uso de la espada pues pinchó varias veces perdiendo así la oreja que le hubiera permitido salir a hombros con sus compañeros. Aún así recibió los aplausos de la afición.

En definitiva una gran tarde de toros y toreros