Maravillas en las redes
Juana Largo reflexiona en este artículo de opinión sobre la utilidad de las redes sociales, que alimentan la imaginación y la fantasia, hasta las malos usos que traen sorpresas.
La situación sitiada
Maravillas en las redes
Aparte de tener que confesar que he sido hasta ahora una gran seguidora de las redes, en concreto de una de ellas, a la cual no viene a cuento hacerle propaganda por aquí, aparte de confesar eso, ahora que me voy desengañando del maléfico uso excesivo de las redes, tendría que reseñar que, aunque no tengo muchos contactos (a los que se les puede llamar “amigos” o “amigas”), sin embargo, no todo ya es aburrimiento o tedio de la tecnología para quien suscribe.
Porque las redes pueden dar a veces, me pueden dar alguna vez (aunque para otras usuarias sea algo que repele), algo distinto a lo habitual. Lo habitual sería el engancharse y contar toda tu vida y si estás en ERTE o estás con tu primer empleo o tienes cogida la baja, por ejemplo, o que inicias una nueva relación de pareja, o que te enteras de los grandes nombres de los humanistas que se pasan por el visor a veces…
O cualquier cosa de este tipo, y una de las cosas de este tipo es por ejemplo el de “MUJERES ARTISTAS ACTUALES”, que puede hacer mucho bien a todas aquellas a las que nos gusta el arte para ver muestras de ese quehacer continuo no solo de las mujeres, sino también de las que, de nosotras, tenemos la afición o la profesión del arte. Esto es algo que reconcilia con las redes y con la tecnología, no solo el uso industrial de los artistas por la maquinaria del “merchandising” y de toda la parafernalia de los compradores o vigilantes del arte en general que, algunos, no se pueden perder las redes. Pues bien, este apartado de las mujeres artistas puede encantar a cualquiera que vea el arte en el mundo y da una cierta sensación de satisfacción ver cómo circulan las imágenes de pintoras, o de escultoras, o de escritoras, etc., que son artistas, aunque convengamos en que no solo por este medio se den a conocer, y deseándoles suerte en exposiciones o muestras de mayor calado intelectual al de las redes.
Y son capaces, sí, como otros grupos de contacto, algunos de historia en general, otros de ciertas ciudades y pueblos, otros de fiestas en el mundo, de folklore, de reportajes, etc., es decir de todo el abanico de fastuosidades que pueden promocionar estos usuarios que nos hacen participar de ello.
Lo peor es cuando se trata de política, sobre todo ahora, con lo agrio que, por parte de Feijóo, se encuentra en estos momentos en el mapa hispánico. Pero lo mejor es lo anterior dicho, cuando esas aportaciones e imágenes y comentarios te abren un poco más el mundo cuando lo estás viendo así y no te dejan en el agujero de la inmerecible soledad de aquel usuario que no encuentra nada de su gusto y no le dan comunicaciones en Messenger, por ejemplo…
Las redes pueden ser aburridas o solitarias e incluso mecánicas y dadoras del sentido tedioso que tiene la vida, pero hay ocasiones en que este círculo de desvirtuamiento de los usuarios cambia y nos ofrece otros temas y portales.
¿Qué sucede, pongamos, con el tema de los chats y de los mensajes por interno de las redes?... Pues que, a veces, no son mero formalismo y se salen un poco de ese formato de lo convencional, y que, además, pueden sugerirnos cosas o temas que no esperábamos en modo alguno, y que, convierten a la red en un nuevo mundo que podría llamarse maravilloso y no cotidiano o habitual.
Me refiero por ejemplo, a los famosos mensajes de los que te compran la casa por unos préstamos que te pueden dejar con la boca abierta. Bueno, pues esto es un motivo “maravilloso”, pertenece al de las grandes películas, pero no deja de resultar para el o la que recibe tal mensaje con un regusto de sueño o de encontrarse en el país de las excentricidades alegres que ponen estos tasadores y prestamistas por Messenger, casi siempre presentándose de la misma forma, y ya que hacen gracia, los chicos y las chicas estas, te ponen en la lengua el sabor de un mundo mejor en el que todo es Jauja.
Y también, por ejemplo, el de aquellos caballeros que escriben a las personas solitarias mujeres en internet, cuando, por ejemplo, te hablan de que de alguno de ellos depende algún petrolero inglés, por allá por los mares de África esperando para realizar algunas gestiones de carga y que, como son viudos o separados –siempre el mismo tema- necesitan una mujer que les haga compañía y, además, que esto es el súmum, que tienen que guardar, ante el posible peligro en los mares, una fortuna de dinero y que te encomiendan a ti…, a ti, mujer elegida para sus planes de sociedad y con quien podrán gastar sus fortunas una vez se dé el regreso del caballero de los tempestuosos mares por los que los piratas deambulan.
¿No me digan que esto no es maravilloso o supremo en el arte de la fantasía? Esto no es algo anodino o insignificante, sino que es algo que se sale de tiesto y que podría ser “guionizado” para algún filme espectacular y que te hiciera soñar con el tema de haber encontrado por una vez el amor por internet.
Las mujeres solitarias deberíamos tener más cuidado, aunque, cuando la vida se pone de este color de derroche imaginativo por algunos usuarios, que cualquiera sabe quiénes son, lo que sucede es que te brillan los ojos ante la maravilla del poder de la imaginación que acontece en las redes, que pueden dar sorpresas que no te esperabas y que te abren el campo del sueño hasta alturas insospechadas, pero, sin embargo –y hay que remarcar esto-, hay que tener ojo con quien tratas, pues algunas mujeres están o estamos indefensas ante los continuos embates y debates y combates del mercado, que parece que vuela más que corre por todos los caminos incluidos los de la tecnología.
Y ¡qué carallo!, también hay que tener un poco de gracia o de fantasía que te saca del abismo de la vida sin sustancia y rutinaria. Solo con comparar el mundo de la realidad con el de la imaginación, podemos escapar a estas trampas y tener en cuenta que siempre hay fanfarrones que te prometen el mundo si depende de algún negocio.
Esto siempre lo ha habido, ¿o no?, y cuando te sucede, te hace al menos sonreír, aunque a algunas nos haga reír. Todo el mundo tiene que ganarse la vida, los hombres, como siempre, con las promesas de futuro halagüeño a nosotras. Para que luego digan que las redes son aburridas. Esto de las máquinas es un cúmulo total de fantasía que ni Walt Disney ha superado y que desdice bastante de la nula imaginación y encanto de sueños de la tan famosa IA.
La Inteligencia Artificial puede a lo mejor divertirnos a todos mejor que cuando, antaño en las zonas rurales, se contaba el cuento de Caperucita Roja. El humán nunca se sale de sí mismo.
Fdo: Juana Largo