El consumo de antibióticos recupera la tendencia decreciente
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Con este descenso la tasa española de consumo de antibióticos en salud humana recupera la tendencia decreciente que había mantenido desde 2014 hasta la llegada de la pandemia de la COVID-19.
Esta recuperación se produce a pesar de la importante subida registrada en el consumo de antibióticos en hospitales durante la primera ola de la pandemia.
Las cifras se han analizado durante el encuentro online organizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) con motivo del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos y la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de Los Antimicrobianos (18-24 noviembre), un evento que ha contado con la participación de la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, y la directora de la AEMPS, María Jesús Lamas.
De acuerdo con los análisis del PRAN, el incremento del consumo hospitalario del 40 por ciento en marzo responde a la incertidumbre diagnóstica en el inicio de la pandemia, así como a la prescripción de antibióticos en pacientes COVID-19 con coinfección o sobreinfección bacteriana de acuerdo con los protocolos de manejo clínico establecidos (macrólidos y cefalosporinas de 3.ª generación).
Por contra, la bajada de la actividad en los centros de salud durante el confinamiento, en los meses de abril y mayo, impulsó una reducción del consumo en el ámbito comunitario en torno al 40 por ciento.
Según los últimos datos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC), en el ranking europeo de consumo de antibióticos España se coloca la 5.ª en el ámbito comunitario y la 14.ª en hospitales (2019).
Alrededor de 33.000 personas mueren cada año en Europa -unas 3.000 en España- como consecuencia de infecciones resistentes, un problema causado principalmente por el consumo excesivo o inadecuado de antibióticos. Todos los datos de consumo de estos medicamentos en salud humana pueden consultarse en la aplicación de Mapas de Consumo disponible en la web del PRAN, en la que a partir de hoy se incorpora como novedad la posibilidad de desglosar los datos hospitalarios entre centros públicos y privados.
"One Health" para frenar otra pandemia
En sanidad animal la pandemia ha reforzado las estrategias que ya se aplicaban de acuerdo con las recomendaciones del PRAN para prevenir infecciones, frenar su transmisión y reducir así la necesidad de utilizar antibióticos: mejoras en la bioseguridad de las instalaciones; programas de formación específicos para los trabajadores; organización del trabajo enfocada en la minimización de riesgos y gestión de los residuos.
En este sentido, los expertos participantes en el encuentro destacaron entre las lecciones aprendidas tras la pandemia la importancia de continuar trabajando con el enfoque "One Health" o de "una única salud" para proteger la salud de todos.
Y es que la COVID-19 -infección de origen zoonótico o compartida de forma natural entre animales y humanos- ha vuelto a destacar la conexión entre salud humana, sanidad animal y medioambiente, que en la actualidad articula todas las estrategias frente a la resistencia bacteriana.
Así, todos han coincidido en la idea de que "el SARS-Cov-2 ofrece una oportunidad de aprendizaje para combatir las mismas patologías en salud humana y sanidad animal, frenando así futuras pandemias". Como ejemplo de este aprendizaje "One Health", los especialistas en sanidad animal destacan que la COVID-19 ha puesto de manifiesto que las medidas fundamentales para frenar la transmisión del virus son las que ya funcionaban en granjas y explotaciones ganaderas: la mejora de las medidas de prevención/higiene (lavado de manos, mascarilla) y bioseguridad (distanciamiento y aforos).