Octavo entrenador cesado en Primera RFEF
El Numancia de Soria se ha convertido en el primer club del Grupo II de Primera Federación que destituye a su entrenador. En el grupo I ya lo han hecho siete equipos.
Diego Martínez se despide de la afición numantina
Resultados de la cantera numantina
El Numancia se ha convertido este lunes en el primer equipo del Grupo II de Primera Federación que se ha decidido a cambiar de técnico para buscar la reacción, tras la goleada encajada por el equipo frente al Atlético Baleares, que ratifica un inicio de temporada irregular, que le ha llevado a sumar sólo 13 puntos de 33 posibles y situarse en el filo de la zona de desc3enso.
La directiva numantina ha despedido a Diego Martínez tras acumular cuatro semanas sin ganar, con dos empates y dos derrotas.
El director deportivo del Numancia, Rubén Andrés, baraja ya varias alternativas para decidir el sustituto de Martínez en el banquillo, una decisión que ha avanzado se conocerá esta semana.
Martínez es el octavo entrenador destituido en la tercera categoría del fútbol español.
Hasta ahora, en las once jornadas disputadas, los siete anteriores pertenecían a equipos del Grupo I.
El Talavera, el Ceuta, la Real Balompédica Linense, el Badajoz, el Rayo Majadahonda, el Deportivo de la Coruña y el San Fernando son los equipos que han buscado antes ese cambio en su dinámica.
Y de todos ellos, tan sólo al San Fernando le ha funcionado de momento.
El entrenador riojano sufre su primera destitución en su trayectoria al frente de los banquillos, tras vivir al final de la pasada temporada la gloria del ascenso a Primera RFEF con el Numancia.
Martínez hizo soñar al Náxara con el ascenso a Segunda División B tras un destacado playoff que expiró en el San Francisco de Tafalla.
Su debut en la tercera categoría del fútbol nacional llegó en la campaña 18-19 en la vecina Navarra.
Martínez tomó las riendas de un Izarra prácticamente desahuciado y lo transformó para salvarlo con números de impresión.
Tras el periplo en Estella, al curso siguiente se le presentó su gran oportunidad en un banquillo riojano.
En la recta final de la temporada 19-20, sustituyó a Sola en el banquillo de un Calahorra que contaba con apenas cuatro puntos de ventaja sobre el descenso a falta de trece jornadas por disputarse.
No solo materializó la salvación, sino que en su segunda temporada (la primera desde el inicio al frente del equipo), llevó al Calahorra a soñar con el ascenso a Segunda.
Tras la gesta rojilla, Martínez apostó por no continuar en La Planilla y poner rumbo a Los Pajaritos con el gran reto de devolver la ilusión a un Numancia que había caído contra pronóstico a Segunda RFEF.