Juventud solidaria y comprometida en tiempos de pandemia
El Programa de Voluntariado Joven de la Junta de Castilla y León hace posible que jóvenes de nuestra Comunidad participen en proyectos de voluntariado.
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A lo largo de la pandemia, el programa ha seguido trabajando y en contacto con entidades y con la juventud interesada en arrimar el hombro.
Y ahora, el Instituto de la Juventud ha recogido los frutos del interés mostrado por la juventud castellano y leonesa que colabora y participa en proyectos de voluntariado con niños, niñas y jóvenes en
riesgo de exclusión, en campamentos urbanos, con personas mayores, repartiendo alimentos, medicación o en programas de apoyo escolar.
Por ejemplo, Ángela e Isaac hacen voluntariado en la Asociación Auryn, en León. Están colaborando en el campamento urbano, el cual acoge a menores de entre 8 y 16 años.
“Antes de empezar hicimos una formación en donde nos enseñaron las medidas sanitarias que debíamos aplicar para desarrollar nuestra actividad de forma segura. Hoy en día las llevamos a cabo”, han apuntado Ángela e Isaac, de 19 y 21 años, respectivamente.
Diego, del Grupo Scout San Pablo MSC de Salamanca, mantiene vivo el espíritu escultista y el objetivo de dejar un mundo mejor sea cual sea las circunstancias del momento.
“Los chavales vienen con muchas ganas, y entienden la situación, por lo que mantener las medidas de seguridad es más fácil de lo que puede parecer. Lo que no cambia es la motivación para preparar las
actividades, y la alegría de los chavales al disfrutarlas, por lo que la valoración es muy positiva”, ha destacado Diego, un joven de 22 años comprometido con su grupo Scout.
El Programa de Voluntariado Joven de la Junta de Castilla y León es una iniciativa impulsada por el Instituto de la Juventud de Castilla y León y coordinada por el Consejo de la Juventud de Castilla y León. Está presente en todas las provincias, y tiene como principal objetivo el de ofrecer proyectos de voluntariado a la juventud, ajustándose a los perfiles y motivaciones de cada joven.
A pesar de los tiempos extraordinarios, el valor positivo de la juventud se percibe en este tipo de acciones. Los ejemplos anteriores no son casos aislados.
También Paloma, Chaima y Esther hacen voluntariado en programas de Cruz Roja en Segovia, Soria y Zamora, Isabel en el Centro Juvenil Don Bosco de Villamuriel de Cerrato, Natalia en Fundación Intras, en Burgos o Inés en Red Íncola, en Valladolid. Todos ellos muestran la cara más amable de la juventud de Castilla y León.
