Consejo de la Juventud alerta de consecuencias sociales de brecha salarial
Con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el Consejo de la Juventud de Castilla y León, en colaboración con la Dirección General de la Mujer de la Junta de Castilla y León, ha puesto el foco en la brecha salarial de género y ha denunciado las consecuencias que esta problemática supone para las mujeres.
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"Entendemos que la igualdad salarial es imprescindible asegurar que las mujeres tengan las mismas oportunidades que los hombres para desarrollarse plenamente y ser parte de la sociedad en igualdad de condiciones", ha subrayado en un comunicado.
Con este objetivo, han lanzado la campaña "Si no se cierra la brecha, ¿cómo abro el monedero? Igualdad salarial para romper cadenas", en la que presentan un monedero con este mensaje, para trasladar la necesidad de abordar esta cuestión de manera estructural, como condición para la autonomía de las mujeres.
La brecha salarial habla de algo más que de números, a su juicio, ya que es una barrera que limita la capacidad de las mujeres para tomar decisiones autónomas sobre sus vidas y su futuro.
"Esto puede conducir a su dependencia económica y un mayor riesgo de vulnerabilidad. Percibir menos ingresos sitúa a las mujeres ante obstáculos mayores en el acceso a servicios y oportunidades, que les permitan desarrollarse plenamente", han señalado
El último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de Castilla y León muestra que, aunque la brecha salarial de género es menor en el sector joven, aún persiste.
Los hombres jóvenes ganan en promedio 12.683 euros anuales, mientras que las mujeres de su misma edad ingresan 11.837 euros, una diferencia del 7 por ciento.
Esto contrasta con el nivel educativo, ya que las mujeres jóvenes presentan un nivel formativo más elevado.
Esta disparidad salarial se atribuye principalmente a la peor calidad de los empleos de las mujeres, influenciada por los techos de cristal y la prevalencia de trabajos a tiempo parcial. La parcialidad es un factor determinante.
También lo es la desigualdad en el reparto de tareas. Un 5% de personas jóvenes inactivas no trabajan por dedicarse a labores del hogar y cuidados.
Del total, nueve de cada diez son mujeres.
Todo ello favorece que el acceso a la vivienda en propiedad suponga un esfuerzo mayor para las mujeres que para los hombres.
Por tanto, la eliminación de la brecha salarial no es simplemente una cuestión de justicia económica, sino también de justicia social.
Su persistencia representa un símbolo de la desigualdad arraigada en las estructuras sociales y económicas. El empoderamiento de las mujeres solo puede ser posible si tienen a su disposición los recursos suficientes para ejercerlo plenamente.
Para lograr transmitir el mensaje, esta iniciativa se acompaña de un artículo en la web cjcyl.es, en el que se detalla cómo afecta la brecha salarial a la vida de las mujeres, así como de un vídeo en redes sociales protagonizado por la Junta Directiva, que aborda el mismo tema.
Todo ello se realiza con el ánimo de concienciar sobre esta cuestión y reclamar políticas efectivas que contribuyan a su eliminación.