OPINIÓN/ Hay soluciones, Sr. Presidente (8)
Amalio de Marichalar se dirige de nuevo, en este artículo de opinión, al presidente del Gobierno ante su continuada actitud y actividad negativa, no queriendo ser coherente con la gravísima situación en la que está la sociedad española, anteponiendo perversas estrategias y negociaciones, al bien común y al interés general de los españoles.
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OPINIÓN/ Sr. Presidente, hay soluciones (8)
Sr. Presidente, desde el máximo respeto institucional y a usted como persona, le llamamos a decir la verdad, y a respetar así mismo a todos los españoles, como españoles, que es la más alta institución que representamos, la de ser español, y también a respetarnos como personas
Le llamamos por enésima vez, pero no pasa nada, seguiremos haciéndolo todos los días, no se preocupe, desde la sociedad civil, a respetarse usted mismo, y hacerlo todos los días, pues convendrá conmigo, que al mentir e incumplir su palabra, sus promesas y sus compromisos, usted no se respeta a usted mismo, y eso no está nada bien, pero por el alto cargo que ostenta, usted no respeta a cuarenta y siete millones de españoles, y eso, estará de acuerdo también, no es permisible.
Usted es el Presidente del Gobierno legítimo y legal de España, pero usted mintiendo e incumpliendo sus promesas, palabra y compromisos, se deslegitima usted solo, cosa inaudita e insólita, pues todo el mundo está muy orgulloso de las promesas, compromisos o palabra que ofrece, y compromete, y de sus correspondientes responsabilidades, y cumplimientos, los que sean, y todos los días los legitimamos para ser dignos de ellos. Si, todos los días hay que legitimarlos, pues si no el mero cargo institucional, el que sea, o de responsabilidad, grande o pequeña, queda desautorizado y deslegitimado, y ahí hay una grave responsabilidad añadida, y es que la institución que usted representa, por el mero hecho de ser tan importante y trascender su persona ha de protegerse, pues nos pertenece a todos, no a usted, y si usted no es digno de ella, ha de dimitir inmediatamente.
Está demostrando usted solo, no ser digno de ella, y fíjese, todos cometemos errores y equivocaciones todos los días, pero siendo así, han de corregirse inmediatamente y pedir perdón. Ello es trascendental para la sociedad moderna y democrática.
Siempre lo ha sido, lógicamente, pero en una sociedad del siglo XXI, en la España y la Europa democrática, la propia democracia hay que protegerla, cuidarla, mejorarla y respetarla diariamente, y usted ha de dar ejemplo como nadie, pero no lo está haciendo. Ha de pedir perdón y dimitir.
Perdóneme, pero no se es demócrata solo por votar cada cuatro años, y creer ya tener así pasaporte democrático. Se es demócrata por ejercer los valores de la democracia, con todas las servidumbres que ello tiene para todos y para usted también, todos los días.
Se es demócrata, diciendo antes de nada la verdad. Se es demócrata defendiendo la libertad, se es demócrata sirviendo a los demás, sin servirse de los demás, como usted hace todos los días, se es demócrata cumpliendo escrupulosamente la constitución y la ley, su espíritu y letra, no circunvalandola medidamente, y no se es demócrata no escuchando permanentemente a los que no piensan como uno, sin orgullo ni soberbia. Se es demócrata dialogando con quien dialoga cumpliendo la ley, aunque se piense distinto, se es demócrata dialogando con quien respetando la ley y la constitución quiere hacerlo, para llegar a acuerdos y se es demócrata no evitando por todos los medios no hacerlo precisamente con ellos.
Se es demócrata siendo firme con quien no cumple la constitución y la ley, llamándole con "diálogo" permanentemente y firmemente a hacerlo y en cada momento que no lo hace aunque sea con cualquier declaración perniciosa, diciendo publícamente aquello que quizá por cálculo, aunque indigno, no gusta oír, pero que defiende de verdad el bien común y el interés general de todos los españoles, llamando públicamente a rectificar ipso facto lo que no sea denunciable o a denunciar ante la justicia lo mínimamente denunciable, que hay mucho, y sin entorpecer con " trucos" esas denuncias obligatorias a instancias del gobierno. Eso es democracia, y ser demócrata.
Se es demócrata no poniendo en duda el imperio de la ley, con elipsis e hipérboles que pueda parecer querer la rebaja de la ley, en beneficio de la " política " como usted dice - habría que preguntar de qué tipo de política habla usted -, porque la política con mayúsculas es un arte noble en su concepción y debiera usted saberlo, por mucho que crea que estamos " en otra época "... . Los principios y valores son inmutables y usted sabiéndolo, por su alta responsabilidad no los ejerce, más bien los conculca, a sabiendas, todos los días.
Eso no es ser demócrata ni es democracia. Tampoco es política grande y de prestigio, es política rastrera e irrelevante. De muy poco vuelo y de muy mal ejemplo
Se es demócrata siendo transparente, y no cerrando los portales de transparencia. Se es demócrata no poniendo en riesgo el estado social y de derecho, como usted hace, se es demócrata no creando grave alarma social todos los días, se es demócrata no engañando en el parlamento, a todos los españoles y resto de europeos - asunto de los fondos europeos, vinculados, es mentira, a los presupuestos -, se es demócrata no mintiendo a las instituciones europeas, se es demócrata no haciendo lo que el marketing fríamente pide hacer sin reglas ni valores democráticos ni humanos, pues el fin no justifica los medios. Se es demócrata con la escrupulosa utilización de fondos públicos, no para pagar lo anterior o para otras tantas cosas, pues esos fondos nos pertenecen a todos los españoles, no a usted.
Se es demócrata no presumiendo de ello, sin serlo en absoluto y solo amparándose en los mecanismos legales de la democracia. Ello, en su caso, espacialmente es una perversion, pues con la justificación del cumplimiento de los mecanismos legales, - que menos, como es lógico y natural -, encubre su voluntad diaria muy poco democrática para obtener fines que no son los legítimos ya que no están amparando el bien común y el interés general . Ejemplos de ello todos los días y de todos los colores, como le venimos recordando permanentemente desde la moción de censura.
Se es demócrata, y en su caso, más aún, por exigencia del cargo, dando ejemplo público diario y no permitiéndose no aplicar las sanciones de las que son acreedores muchos miembros de su gobierno, que en democracia se dirimen con el cese, y que usted mismo en su código de autoexigencia se marcó en la moción y cesando entonces a varios de sus ministros por la centésima parte de lo que ahora son merecedores.
Se es demócrata muy especialmente anteponiendo los intereses de España y de todos los españoles a los suyos propios , o los de su partido, aunque en su caso los intereses de su partido, los legítimos, usted también está a punto de acabar con ellos.
Se es demócrata, también como todo lo anterior, pero de forma esencial, anteponiendo el valor de las personas, y esto que es básico, usted no lo tiene presente, ni lo respeta. Usted no honra a las personas.
Se es demócrata no engañándose a usted mismo todos los días, y no engañando a todos los españoles, se es demócrata no traicionando su conciencia, por anteponer su objetivo de corto plazo.
Se es demócrata, no dando lecciones que usted no puede dar, se es demócrata no escondiendo lo que en ese mismo momento usted tiene de ejemplo antidemocrata y también imputado en su gobierno. En palabras suyas eso es inquietante y perturbador, pero usted, así, se lo dice a sí mismo.... es usted mismo quien se dice a sí mismo lo inquietante y perturbador que usted es.
Es usted quien nos está enseñando lo que piensa usted de si mismo. No hace falta deducirlo, es usted quien voluntariamente con su mentira y engaño nos grita lo inquietante y perturbador que usted es.
Nunca había ocurrido algo así. Ello trasciende las ideologías, todas respetables, es la manera de entender usted la democracia y además pretender dar lecciones de ello. Es precisamente todo lo que no se puede hacer en democracia.
Usted creerá que todo lo que usted hace es lo que hay que hacer, pues todo lo demás usted se lo salta a la torera pues no son sus códigos, y que usted puede quebrar los valores donde se sustenta la sociedad y que usted debiera respetar y practicar al máximo, pero eso es antidemocratico, indigno y perverso en el puesto que usted ocupa.
Aunque hay soluciones y siempre le pedimos que las ponga en práctica, no quiere hacerlo, pero seguimos pidiéndoselo.
Cada vez debe dimitir por más cosas. España está en una encrucijada muy delicada. Le pedimos que cambie de socios de inmediato y pueda haber un plazo de tiempo aún con usted, pero junto a los partidos que si respetan la constitución, la ley, y la democracia, pues sus socios no lo hacen y además presumen de ello, y así salvar la situación médica y de salud de los españoles, y de grave deterioro económico y social que usted no es capaz de gestionar. Como usted mismo está perdiendo por usted mismo su caudal de legitimidad, por tener que haber dimitido ya, convoca elecciones en un plazo a determinar por la situación tan grave; y si no, aún en esta situación tan delicada, -fíjese hasta donde hay que llegar -, y aún siendo difícil de entender por la inmediatez de los problemas tan graves que tenemos, aún así, y extraordinariamente, es más sensato, incluso en una situación tan grave como en la que estamos, convocar inmediatamente elecciones, para poder acometer el gran plan de vencimiento de la pandemia y de recuperación económica y social, que sí o si hay que hacer, pues ello es anteponer los intereses de España a los suyos, si, a los suyos - hay que ver cómo una sola persona... irresponsable, inconsistente y manipuladora pone en jaque a una nación y también a su partido -, y convendrá conmigo que son antes los intereses de todos los españoles, que de quién no honra ni es digno de ostentar el cargo que usted tiene.
La democracia hay que ejercerla todos los días, y usted el primero.
Quien preside un gobierno imputado, es imposible que mantenga ese gobierno si tiene mínimo respeto a las reglas de la democracia. Pregúntele, si no me cree, a los gobiernos democráticos del resto de Europa. Bueno, solo preguntarles, le pondrán cara de sorpresa por creer que les dice una broma y después le dirán no saber usted lo mínimamente ético en democracia. Pregúnteles por favor, pues dudan muchísimo de usted para prestarle un solo euro.
Pero fíjese, siendo solo este hecho de extrema perversion en democracia, como usted se ha saltado las mínimas reglas, aún así, escala usted lo que nadie se atrevió - por no ser digno su comportamiento - ni oso hacer nunca, como es haber hablado hace solo unas horas en el Senado, mancillando a las victimas del terrorismo de España y a sus familias, y con ellas a todos los españoles. Siga, siga, por ahí, con el abrazo de sus asesores, deshonrando su cargo, deshonrando a su partido y deshonrando la viva memoria de todos los españoles asesinados, muchos también de su partido, sin los cuales, repito, sin los cuales, nuestra democracia no hubiera prevalecido. Jamás imaginé esto del presidente de mi gobierno, pero así es. No tiene usted ni el más mínimo honor ni dignidad.
En igual tesitura actúa usted todos los días deshonrando la memoria de miles y miles de españoles y de sus familias y por tanto de todos los españoles, escondiendo la realidad del número de muertos de España por la tragedia de la pandemia que estamos viviendo, como así le recuerdan también desde los más prestigiosos medios de comunicación extranjeros. Usted no tiene el mínimo honor, es mas, lo desprecia. Jamás los españoles hemos conocido una circunstancia así.
Usted se ha ganado ya la reprobación de los españoles y la censura de la sociedad, independientemente de lo que sea el día a día de los procedimientos reglados del debate institucional.
Aquí la mayor institución es el pueblo español, al que usted ha engañado y mentido, y lo sigue haciendo todos los días. No se escude en nada, pues la esencia de la democracia no le permite a usted ampararse en las reglas democráticas que lógicamente todos asumimos, para desde dentro, y con tanta sofisticación como usted emplea, pervertirlas, de forma muy ladina y maquiavélica como bien le enseña su socio imputado del gobierno.
Jamás hubiera siquiera imaginado tener que decir esto de mi presidente del Gobierno
Mucho más allá,- en estos momentos que usted gobierna -, de las diferencias politicas e ideológicas, todas legítimas, mientras estén bajo la ley, y la constitución, en el discurrir diario de una democracia normal; usted encabeza un proceder, una actitud y unos objetivos caudillistas muy poco sanos para nuestra democracia, haciéndola muy poco normal, creyéndose además con mayoría no absoluta, sino aplastante, pervirtiendo y malversando, junto a sus socios internos y externos, todos los días, los valores democráticos.
Como solución, cambie radicalmente, adopte y cumpla rigurosa y responsablemente el "fondo" y la "forma" de la democracia que le exige el pueblo español, no la manipule espuriamente a su conveniencia. No pararemos de exigírselo todos los días desde la sociedad civil .
¿Como puede ayer mismo no hablar y no rendir homenaje a las 156 personas que solo ayer han muerto en España, por la tragedia de la pandemia, su portavoz sanitario subido en globo, y en cambio ayer solo habla de nueva memoria demócratica, y del Valle de los Caídos, y también negociando simultáneamente con los filoterroristas, - la única memoria de reciente trágico dolor, y hoy mismo, sufriéndolo miles de personas, cuyo jefe sentenciado por terrorismo habla de apoyos con su gobierno - para la aprobación de sus presupuestos ?
Es una locura y de una desfachatez perversa, indigna, irresponsable e inadmisible. Es de una inmoralidad plena. Usted ha perdido los papeles e independientemente de las ideas políticas de cada uno, está usted en otro contexto y sometido a planes perversos, y ha perdido, desde luego, la más mínima confianza de los españoles.
Fdo: Amalio de Marichalar. Conde de Ripalda