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TRIBUNA / Esperando a Godot 

Mario González critica en este artículo de opinión la política errática que se ha seguido en Soria, y en España, en las últimas décadas y que ha llevado a no abordar los principales problemas que arrastra el país. El pueblo sigue esperando a Godot, pero tiene en su mano cambiar esta tendencia en las próximas elecciones.

TRIBUNA / Esperando a Godot 

En Soria la campaña electoral se pierde en promesas de todo tipo mientras los problemas viejos siguen sin resolverse -por eso en Soria se vive cada vez peor- y aparecen otros nuevos, como la quinta planta de los Pajaritos o el Cerro de los Moros, con el denominador común de lo público y de un Carlos Martinez que lleva 25 años en el Ayuntamiento sin lograr ningún objetivo transformador a pesar de haber gastado dinero a espuertas.

Ese mismo modelo espurio de la PPSOE es el que ha llevado a España a ser el país con mayor nivel de paro de la OCDE (12,8%), muy lejos tanto de la tasa de desempleo media (4,8%) como de su nivel mínimo, alcanzado en mayo de 2007 (7,9%). Si buceamos en la estadística encontramos otros datos dramáticos como ese 29,3 por ciento de paro en menores de 25 años, frente al 10,7 por ciento de media en la OCDE, a pesar del abaratamiento de la fuerza laboral, del disparatado crecimiento del empleo público -que no es empleo sino gasto público-, de los ERTE, los discontinuos y de la miríada de ayudas y subvenciones… porque, señores, este es el efecto de votar a la PPSOE en cualquier sitio.

Un efecto que perdura en el tiempo como lo demuestra que el PIB per cápita español, en términos reales, se encuentre en niveles del 2005 por los problemas de productividad y competitividad de los que nadie habla y que son consecuencia directa (i) de la baja calidad del sistema educativo, muy por detrás de los avances tecnológicos, que limita el potencial del capital humano español; (ii) de un intervencionismo que entorpece la creación, desarrollo y hasta la disolución de empresas y, por ende, la asignación eficiente de recursos; (iii) de un mercado laboral encorsetado que impide a los empleados y a los empleadores entenderse en beneficio mutuo, y (iv) de un sistema impositivo asfixiante con un mix de impuestos en cascada que está secando las fuentes de riqueza para alimentar a una Administración inútil y despilfarradora.

Todo esto constituye un círculo vicioso, construido por la PPSOE en su propio beneficio, que con el tiempo se convertirá en un agujero negro.

Por eso, en la falsa democracia que tenemos en España, el Pueblo sigue esperando a ese Godot que es la UE con la esperanza de que arregle todo este desaguisado y en ese tiempo de espera sigue votando sin ninguna reflexión a la PPSOE, aunque este Godot –como en el clásico de Beckett- no llegará nunca (i) porque somos una pieza pequeña dentro de un mecanismo grande de doble vasallaje (a la UE y a USA) que está cogiendo velocidad a consecuencia de la política de bloques que ha vuelto con la Guerra de Ucrania; (ii) porque los países fuertes de la UE, incapaces de conquistar otros mercados por la presión de los bloques, han decidido hacer lo mismo que está haciendo con ellos USA, tomando en vasallaje a los más débiles -España incluida- para crecer a su costa y (iii) porque la creciente burocracia europea y sus infinitas leyes y reglamentos, en lugar de poner orden y concierto en su economía y en sus socios, lo único que hace es servirle de coartada a la PPSOE para que haga, en el fondo, lo que le dé la gana siempre y cuando respete los intereses de los que mandan en la UE.

En definitiva, en esta falsa democracia que tenemos en España las decisiones importantes siempre se toman al margen del Pueblo Soberano y las instituciones, tanto españolas como europeas, funcionan cada vez con mayor opacidad y, en consecuencia, con mayor corrupción. Solo así se entienden cosas como el ocaso demográfico sin resolver, una Deuda Pública disparada en un contexto de nulo crecimiento, la rendición ante Marruecos o esa ‘Agenda 2030’ con la que se dedican a sangrarnos en exclusivo beneficio de los imperantes y su séquito. Estamos siempre ‘esperando a Godot’ pero ese mesías no va a llegar nunca. Lo único democrático que nos queda es el derecho al voto y debemos emplearlo para romper esta partidocracia gobernada por la PPSOE antes de que nos engulla a todos.

La cosa, a mi juicio, consistiría en no esperar más a Godot y abandonar masivamente a esa PPSOE en las dos convocatorias electorales de este 2023, votando a cualesquiera otros partidos -más o menos de nuestro gusto- como gran toque de atención para que esos dos grandes partidos cambien o desaparezcan dando paso a otras formaciones políticas dispuestas a cumplir con lo que prometen a sus electores, algo que la PPSOE ya ha demostrado sobradamente que ni hace ni piensa hacer. Se nos vienen tiempos muy complicados si no nos quitamos de encima a esta traicionera PPSOE. Créanme.  

Fdo: Mario González Casado. Abogado. Mautiko Abogados.

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