La Diócesis celebra el día del misionero soriano
El viernes 3 de agosto la Diócesis de Osma-Soria celebra el día del misionero soriano en la ermita de Nuestra Señora del Mirón, en Soria.
Entrega del premio de la VI edición "Un Soneto para Soria"
Actuación del grupo Las Alegres Lloronas, en Soria
La jornada, que comenzará a las 11.30 horas, contará con momentos para la oración, compartir experiencias, la celebración de la Santa Misa y la comida fraterna.
El obispo, Mons. Abilio Martínez Varea, ha invitado a participar a toda la Diócesis pero “especialmente a los misioneros que estaréis, en esas fechas, descansando con vuestras familias y en vuestros lugares de origen: ¡Sentíos invitados a participar porque la Diócesis es la casa de todos, es tu casa y tu familia!”.
El día del misionero soriano, según Mons. Martínez Varea, “visibiliza de una manera clara la preocupación de la Iglesia local de Osma-Soria por la Iglesia universal con vosotros -sacerdotes, religiosos y laicos- que estáis entregando vuestra vida por los diversos lugares de la geografía. A nuestra Diócesis, como es la tónica habitual en las Iglesias de Europa, no le sobran ni sacerdotes ni religiosos ni laicos que quieran comprometerse en la evangelización pero, desde nuestra pobreza, queremos ser generosos y compartir con otras Iglesias también necesitadas de personas que, con su palabra y su testimonio, hacen el anuncio de Jesucristo”.
Siguiendo al Papa Francisco, el Obispo de Osma-Soria reconoce que “la misión de la Iglesia no es la propagación de una ideología religiosa ni tampoco la propuesta de una ética sublime” sino que, “a través de la misión de la Iglesia, Jesucristo sigue evangelizando y actuando; a través del anuncio del Evangelio, Jesús se convierte de nuevo en contemporáneo nuestro, de modo que quienes lo acogen con fe y amor experimentan la fuerza transformadora de su Espíritu de Resucitado que fecunda lo humano y la creación”.
En su misiva a toda la Diócesis, Mons. Martínez Vare concluye reconociendo la impagable labor de los misioneros sorianos: “¡Cuánto bien hacéis a esas personas que el Señor os ha confiado y cuánta entrega que no se puede cuantificar porque el Amor de Dios es inconmensurable!”.