El Picasso más íntimo, en galería CortabitArte
En las fotografías de Edward Quinn y André Villers
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Edward Quinn y André Villers, a través de su prodigiosa fotografía, nos introducen en galería CortabitArte en la vida más privada e intima de una de los mayores genios del Arte contemporáneo internacional, Pablo Picasso.
Galería CortabitArte ha inaugurado esta tarde en exclusiva esta magnífica muestra compuesta por más de cincuenta obras, en la que se nos presenta la visión más espiritual y recóndita del artista español.
La muestra incluye obra gráfica original de Pablo Picasso a la venta (grabados, carteles y litografías) fruto de una cuidadosa selección. Se trata de más de una veintena de singulares piezas: grabados como “Carmen”, de la serie “Prosper Mérimée” (1949), o “Corps perdu” de la serie “Aimé Césaire”, así como los fantásticos foto-decougages realizados en colaboración entre el mismo Picasso y André Villers.
“A view at sunset” o “Jaqueline”, son algunas otras joyas que Galería CortabitArte pone a disposición de sus clientes.
En la muestra aparecen también algunas fotografías de una serie de Quinn, en la que Picasso se intercambia infinidad de sombreros en virtud del personaje que representa, de torero a guitarrista flamenco.
Villers repite estos temas y añade otros nuevos, como el pistolero de wéstern, pero quizá la realizada enfundándose el maestro con el torso desnudo un sencillo gorro de papel, que induce a la locura, es la que supera en capacidad de parodia a la anterior famosa serie de Quinn mencionada.
Sin complejos
La alegre disposición del maestro a realizar estos juegos nos presenta un Picasso desacomplejado y cercano, familiar y muy humano.
Como complemento de la misma serie de esta célebre fotografía, Villers realizó otra en la que Picasso sólo lleva sus célebres calzoncillos blancos –por cierto, muy bien planchados– y va travestido de marinero con objetos encontrados en el estudio, en actitud bromista endosando un gorro estival, y una pipa decorativa en mano.
Picasso posa siempre con una seriedad de clown para el fotógrafo amigo. Parodia que Villers no se permitió o no llegó a realizar de forma coordinada con otros artistas españoles a quienes fotografió como Luís Buñuel o al mismo Salvador Dalí siempre con pose excéntrica, pero ya aceptada como propia. De ahí el gran valor de estas instantáneas, y su carácter único.