El hoy es malo, pero el mañana es... mío (nuestro)
El secretario provincial del PSOE de Soria y alcalde de la ciudad, Carlos Martínez, defiende en este artículo de opinión una catarsis como partido para sintonizar de nuevo con el pulso de los ciudadanos. En su opinión, el futuro de España va de la mano de la recuperación del propio PSOE.
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OPINIÓN
El hoy es malo, pero el mañana es... mio (nuestro)
“El hoy es malo, pero el mañana es…mío”. Así hablaba Antonio Machado sobre una España malherida y, así, nos sentimos muchos socialistas ante un presente que, admitámoslo, sin analgesia, está siendo un auténtico calvario; un aquí y ahora que debemos entender como un sacrificio necesario para acometer con garantías los procesos de reversión de derechos y de recuperación del estado de bienestar que debemos a los españoles y de catarsis que necesitamos como partido. Ese compromiso con las personas por encima de cualquier otro fin, será, además, la base más sólida sobre la que asentar el rearme ideológico que necesita la socialdemocracia.
No nos hagamos trampas a nosotros mismos. Sabemos con total certeza que el hoy, esa investidura de Rajoy, es difícil de digerir. No nos gusta y si hubiera otra opción, de verdad, la hubiéramos preferido. Eso sí exijamos veracidad y recordemos que lo intentamos y fueron otros quienes aplazaron la partida.
Pero tampoco dejemos que nos hagan trampas y, mucho menos, que nos marquen las cartas: ya no había alternativa real más allá de las terceras elecciones y, con todos los datos sobre la mesa, esto hubiera significado un PP más fuerte, más medidas de la derecha y, con ello, más dolor a la sociedad, y un PSOE más debilitado, fragmentado y con menos capacidad de influencia.
También sabemos que el viento no sopla a favor ni para nuestro país ni mucho menos para nuestro partido que lleva demasiado tiempo coqueteando con el naufragio. Y somos conscientes que antes de que llegue la calma, recuperemos el rumbo y seamos capaces de remar con un destino compartido, habrá quien trate, desde más de una dirección, que arrecie el temporal, otros, incluso, intentarán el abordaje y algunos se conformarán con taponar desde dentro las vías de agua.
Empatía con la ciudadanía
Pero el PSOE, debe tener claro que ese mañana de Machado, ese futuro…es nuestro y que los socialistas deben ser parte de su construcción. Y en ese papel protagonista, queremos un PSOE que consiga recuperar su sintonía, pero sobre todo su empatía con la ciudadanía.
No se trata, por lo tanto, de saber gestionar su estado de ánimo y metamorfosearnos para sobrevivir, se trata de sentir lo mismo y actuar bajos idénticos impulsos. La catarsis que debemos emprender no pasa por hablar de renuncia, ni reinvención, significa mantener nuestra identidad, volver a nuestras raíces, realizar un ejercicio de introspección sin ruido ambiental y conseguir trasladar, a quienes en distintos momentos nos han prestado su confianza, que somos un partido con ideas e ideales, proyecto de partido y proyectos para el país y con personas comprometidas.
Rebelémonos contra esa etiqueta que envuelve injustamente nuestra acción de gobierno y que hace que todo cuanto suene a política quede en ‘cuarentena’ cual virus en expansión. Seamos reivindicativos con lo nuestro.
Sabemos que nuestras recientes decisiones llevan implícita una losa que es aún más pesada por su contenido emocional. Somos conscientes del esfuerzo que debemos realizar para explicar los porqués.
Por ello, no nos vamos a esconder hasta que amaine, no vamos a ponernos de perfil para esquivar las críticas de quienes se envuelven de vehemencia y visceralidad, pero se quedan en la superficie olvidando el mensaje. Huyamos de ese corredor de fondo que confunde valentía con temeridad, lidera la carrera unos metros y acaba desfondado él y arrastrando en su frenético, pero incontrolado ritmo a quienes le persiguen sin reflexionar y olvidan dónde se encuentra la meta. Podemos aplaudir su intento suicida, pero seamos capaces de pensar más allá.
Pensemos en ir superando obstáculos como la creación de un ingreso mínimo vital, la supresión de las reválidas, el derecho efectivo del subsidio por desempleo para parados de larga duración, la reducción del IVA Cultural, la supresión del copago farmacéutico, la aprobación de una ley de igualdad salarial de mujeres y hombres, el impulso de un pacto contra la violencia de género, la recuperación del diálogo social para aprobar un nuevo estatuto del trabajador, la derogación de la reforma laboral… Pensemos en el mañana del PSOE pero sobre todo en el mañana de España porque ambos van de la mano como viejos amigos que se distanciaron y llegaron a perder el contacto, pero nunca ese fuerte vínculo que les unió.
“El hoy es malo, pero el mañana es… mío”, es nuestro.
Carlos Martínez Mínguez, secretario General del PSOE de Soria