ASDEN concede el Premio Atila a la alcaldesa de Garray
Reconoce con un accesit al Ayuntamiento de Soria por su deficiente política medioambiental
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Con ocasión del Día Mundial del Medio Ambiente que se celebra mañana 5 de junio, ASDEN-Ecologistas en Acción de Soria ha concedido el Premio Atila para distinguir a quienes a lo largo de un año hayan destacado por su contribución a la destrucción del medio ambiente, en este caso de la provincia de Soria.
Los premios, que se concedieron por primera vez en 1992 por Ecologistas en Acción, tienen dos categorías denominadas “Atila” y “Caballo de Atila”.
En el ámbito de la provincia de Soria, ASDEN-Ecologistas en Acción entre las muchas posibilidades que ha manejado ha terminado eligiendo como premio Atila 2016, a la alcaldesa de Garray, María José Jiménez, "por su falta de interés con la prevención y sanción de las infracciones ambientales que ha habido en su término municipal; en especial en lo relativo a algunas empresas".
Además, ASDEN ha añadido sus declaraciones como autoridad pública negando hechos probados como son: la inundabilidad de la CMA-PEMA, los vertidos repetidos de la EDAR, la existencia de vertederos,..etc.
El premio accésit Caballo de Atila 2016 ha sido concedido a los concejales de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Soria, porque su gestión, "aún siendo de estilo opuesto al de la Alcaldesa de Garray, tiene semejantes resultados negativos".
Maquillaje
"Este modelo del Ayuntamiento de Soria se basa en invertir importantes recursos públicos (directa e indirectamente) en acciones de marketing para manipular y maquillar la realidad ambiental de Soria. El máximo exponente es el intento de declarar Soria como Reserva de la Biosfera omitiendo los problemas ambientales que arrastramos desde hace varias legislaturas", ha señalado.
ASDEN pone como ejemplo que, en materia de aguas, la ciudad sigue con una EDAR obsoleta que contamina gravemente el río Duero, además de no tener políticas de ahorro del agua y mala calidad del agua de boca en verano.
La asociación ecologista también ha valorado para la concesión de este accesit la total despreocupación por la calidad del aire y por las emisiones de centrales de biomasa y la tradicional desidia, en Valonsadero, a la hora de controlar la circulación de vehículos, el exceso de pastoreo por parte de los adjudicatarios, y la inacción frente al furtivismo.