USO reitera denuncia de incumplimientos laborales en Ayuntamiento, ante "laisse faire" de Inspección
La Unión Sindical Obrera ha reiterado hoy su denuncia ante la persistencia de situaciones laborales irregulares en el Ayuntamiento de Soria. Situaciones cronificadas ante la ausencia de respuesta efectiva por parte de la Inspección de Trabajo, a pesar de las denuncias presentadas en los últimos años.
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El sindicato ha lamentado en un comunicado que del recurso de sindicatos y empleados municipales a la Inspección solo se pueda esperar el mismo silencio administrativo practicado por la empresa.
Ante los abusos del gobierno socialista del Ayuntamiento de Soria, la USO ha solícitado la implacable Inspección "laissez faire, laissez paser"...
Amparado por la gratuidad de sus abusos, pese a las denuncias sobre la ausencia de calendarios laborales, y ajeno a la realidad, el Ayuntamiento ha extinguido el pasado mes de mayo el plazo para que los trabajadores soliciten sus vacaciones de 2025.
Cabe destacar que, en ausencia de calendarios, en servicios organizados por turnos, es premisa básica disponer de un calendario laboral anual.
Especialmente para poder organizar mínimamente la compatibilidad de tu vida laboral y familiar.
"Cosa que en muchos servicios municipales no es posible", ha denunciado.
El concejal Éder García se cisca en sus obligaciones de empresario y se abstiene de tramitar, negociar y aprobar los calendarios laborales de su empresa, ha señalado el sindicato.
Situación que se repite año tras año, al amparo de la inacción de la Inspección de Trabajo, ha denunciado USO.
Estos calendarios, cuando se llegaban a presentar y pese al ruego sindical de elaborarlos en un modelo normalizado, resultaban ininteligibles y no aptos como mero documento de trabajo en un proceso de negociación colectiva.
Cabe recordar que, presuntamente, la concejalía de Personal tenia entre sus "competencias" la de la "modernización de la Administración".
Las denuncias presentadas por sindicatos, trabajadores y órganos de representación ante la Inspección de Trabajo caen siempre en saco roto.
La respuesta del organismo, de existir, se limita a meras advertencias verbales sin consecuencias reales.
Esta actitud contrasta con la contundencia con la que se actúa en otros ámbitos empresariales por faltas de menor gravedad.
"Pellizcos de monja" cuando el empresario es público y de la cuerda. Lamentable", ha censurado.
Otros incumplimientos
A los calendarios laborales, se suman otros graves incumplimientos.
Ausencia de publicidad sobre una RPT que dicen aprobada y desconocida para todos, el incumplimiento sistematizado del convenio colectivo, el fraude del fondo sociosanitario, la ausencia de medidas correctoras tras la evaluación de riesgos psicosociales realizada hace cuatro años o la falta de un Plan de Igualdad en pleno 2025.
A la ausencia del Plan de Igualdad, se suma la expiración del plazo legal para la implantación del Plan LGBTI, establecido por el Real Decreto 1026/2024, para escarnio del propio concejal, que en su faceta empresarial gusta de perseguir sindicalistas, reventar secciones sindicales, o de reventar a guardias extraordinarias abonadas a "mitad de precio" al colectivo de bomberos.
Ante la complicidad una vez más de la Inspección de Trabajo, que no responde a las denuncias sindicales o inadmite las presentadas por los propios empleados públicos.
USO ha recordado que, ya en 2020, la Inspección emitió un requerimiento instando al Ayuntamiento a negociar todas las materias del convenio colectivo, advirtiendo de un procedimiento sancionador en caso de incumplimiento.
Cinco años después, este procedimiento sigue sin activarse.
Los trabajadores públicos no gozan del amparo que sí acoge en la inspección a los de la empresa privada.
Consecuencia de esta dejadez institucional, se extiende entre la plantilla el denominado “síndrome del trabajador quemado”.
USO ha considerado alarmante el aumento de bajas laborales, la tensión que se acumula entre el personal de los centros de trabajo, y las renuncias a puestos, ante la sobrecarga de trabajo derivada de la falta de personal y del caos organizativo que abona la inacción y dejadez política y personal del concejal del ramo.
La renuncia a muchos de esos puestos afecta especialmente al ámbito técnico.
"Una Administración pública no puede funcionar sin técnicos. Así nos va. El que puede huye del Ayuntamiento de Soria en busca de una estabilidad personal y profesional, alejada de la tiránica injerencia y presión política que se sufre, día a día, en la Plaza Mayor de Soria", ha censurado.
El reconocimiento personal a sus propios empleados públicos, común en el resto de administraciones, en el Ayuntamiento de Soria, como el concejal García, ni está ni se le espera. Por parte de los trabajadores, a estas alturas, ni se desea.