Soria en Común dice no a la nueva depuradora

OPINIÓN/No a la nueva depuradora

Somos conscientes de la necesidad que nuestro municipio tiene de mejorar la depuración de sus aguas y por esa razón nos resulta tremendamente difícil decir no a la construcción de una nueva depuradora. Pero consideramos que el convenio que el equipo de gobierno quiere aprobar en el pleno de mañana es muy negativo para los intereses de los ciudadanos de Soria.

La depuradora que quiere aprobar mañana el equipo de gobierno costará como mínimo 50 millones. Sumando diversos conceptos añadidos, a los ciudadanos de Soria nos costará 25 millones.

Hemos de señalar en primer lugar, que las prisas nunca son buenas y menos en un caso como éste. Estamos hablando de un nuevo endeudamiento de los sorianos de al menos 25 millones de euros a pagar durante los próximos 40 años.

Llevamos mucho tiempo a vueltas con la depuradora y creemos que esta cuestión puede (y debe) quedarse sobre la mesa de manera que todos los partidos con representación municipal (los que continúen y los que puedan venir) y por extensión el conjunto de la sociedad soriana, afronten un debate sereno, informado y transparente sobre la cuestión

Condenamos enérgicamente la actitud electoralista del PSOE a quien, por presentar un nuevo proyecto estrella a tres meses vista de las elecciones, parece no importarle duplicar la deuda de los sorianos. Que el equipo de gobierno utilice la depuradora para hacer su campaña electoral nos puede salir muy caro.

Pensamos que se comete un gravísimo error desechando de entrada construir una nueva depuradora en la ubicación de la actual. Hemos de explicar a los sorianos que una nueva depuradora de última generación, de la que no emanen olores y depurando en unos parámetros óptimos, nunca nos costará en la ubicación actual más de 20 millones de euros. Y aquí cabe preguntarse dónde están los 12’6 millones de euros que la empresa del agua aportó al Ayuntamiento como canon inicial de explotación, y que podrían aminorar sobremanera ese coste. Como vemos, aunque no contásemos con cofinanciación de ningún tipo, nos seguiría saliendo más económica que la que el PSOE nos quiere colocar.

Si por las razones que fueren, resultase imposible construir la nueva depuradora donde está la actual, que fuesen argumentos e informes técnicos los que aconsejasen la decisión. Y si fuese inevitable construirla en Los Rábanos, consideramos que es necesario contar con el acuerdo del propietario de los terrenos donde se instalará, acuerdo que a día de hoy no existe (al menos que sepamos). Esta cuestión nos parece de vital importancia ya que de lo contrario el asunto podría judicializarse. Un proyecto de interés general permite ir a un proceso expropiatorio siempre y cuando no existan otras alternativas para su ejecución como sí parecen existir en este caso.

La sociedad soriana debe saber que si la planta, por cuestiones de su nueva ubicación, llega a los tribunales, el proyecto se retrasará al menos lo suficiente para sobrepasar la fecha obligada de 2022, incumpliendo los plazos que nos da la UE y perdiendo esa cofinanciación. Si por cuestiones judiciales o de cualquier otra índole nos pasáramos del límite del plazo para la puesta en marcha de la depuradora, no sabemos quién asumiría los pagos por la pérdida de la financiación exterior.

A la ausencia de informes técnicos que aconsejen una u otra opción, hay que añadir que los informes, jurídico y económico, que acompañan el dictamen son de una vaguedad alarmante. Por todas estas razones, incluyendo la incertidumbre de lo que supondrá realmente el coste del túnel emisario al no saber con certeza el material a excavar, pensamos que lo más conveniente es dejar el convenio sobre la mesa, marcarse un plazo que vaya más allá de este mandato, convocar al consejo sectorial de urbanismo y comenzar un debate sereno sobre la que será posiblemente la mayor inversión en esta ciudad en los próximos años.

Fdo: Enrique García y Luis Alberto Romero