PALAFOX: el defensor de los pobres
A un paso
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La beatificación de Juan de Palafox es un acontecimiento religioso y social en El Burgo de Osma. Desde San Pedro de Osma, ningún obispo de la Diócesis había sido elevado a la gloria de los altares.
Todo está preparado para que el domingo 5 de junio el que fuera obispo de Osma-Soria en los últimos seis años de su vida (1653-1659) suba a los altares y se convierta en beato, lo que permitirá que pueda ser venerado públicamente por la Diócesis de Osma-Soria.
Para el actual obispo titular de Osma-Soria, Gerardo Melgar, Juan de Palafox fue un verdadero testimonio para su tiempo y también puede serlo para nosotros, hoy en pleno siglo XXI. Destaca entre sus enseñanzas, su pobreza y amor a los pobres, más llamativo si se tiene en cuenta las posibilidades que tuvo a su alcance y los altos cargos que desempeñó tanto a nivel civil como eclesiástico. Sin embargo, vivió pobremente y dio cuanto tenía a los pobres convirtiéndose él en un auténtico pobre de solemnidad hasta tal punto que su entierro fue sufragado por el Cabildo de la catedral pues él no tenía nada a su muerte, destaca. El postulador de la Causa del Venerable Palafox, el padre Ildefonso Moriones, ha reconocido que lo que más le impactó de la vida de Palafox fue como superó con una grandeza de ánimo y un perdón el rechazo, primero, de su madre natural, y después, de la propia Iglesia.
Modelo a estudiar
El ejemplo de Palafox no sólo ha sido destacado a este lado del Atlántico. El cardenal Norberto Rivera, arzobispo primado de México -donde el futuro beato fue obispo de Puebla de los Angeles y Virrey de Nueva España- ha dejado escrito en una carta pastoral que fue un modelo a imitar en cuanto fiel cumplidor de la función pública. Pese a tener en sus manos todos los poderes eclesiásticos y civiles siempre actuó con verdad, caridad y justicia. Combatió con todas sus fuerzas la corrupción y los abusos. Palafox será el primer arzobispo beato y el primer Virrey de América que alcanza las cumbres de la santidad, señala.
Ceremonia multitudinaria
Alrededor de dos millares de fieles seguirán el próximo 5 de junio, en el interior de la catedral burgense y muchos más lo harán en la plaza de la catedral a través de pantallas. Será la segunda ceremonia que se realiza en Castilla y León desde que el Papa Benedicto XVI decidiese recuperar estas celebraciones en las diócesis de origen de los beatos.
La ceremonia comenzará a las diez de la mañana, cuando el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, lea la carta apostólica del Santo Padre Benedicto XVI, en la que inscribe a Palafox en el libro de los beatos y cierra un largo proceso iniciado en 1666 en la sede oxonense. Los fieles podrán a partir de entonces, después de siglos de espera, venerar sus reliquias en una urna de bronce situada en un nuevo altar de mármol, en la capilla de la Inmaculada.
un largo proceso
EL PROCESO de beatificación ha sido largo -se inició en 1666, siete años después de la muerte de Juan de Palafox- pero nunca se ha interrumpido o abandonado.
ACONTECIMIENTOS históricos diversos han ido retrasando el proceso de discernimiento y de discusión de la causa, hasta que en febrero de 1998 se reactivó el mismo.
EN ABRIL DE 2008, el Congreso de Consultores para la Causa de los Santos analizó el documento sobre la vida, virtudes y fama de santidad, con resultado positivo.
EL SANTO PADRE Benedicto XVI firmó el 10 de enero de 2009 el decreto que le declaraba oficialmente Venerable. El 27 de marzo de 2010, aprobaba el decreto que reconocía el milagro atribuido al Venerable y le reconocía como beato.