Labores de antaño,fiesta de hoy
La siega y la trilla se convierten en un recuerdo
Golmayo ha revivido un año más su jornada de la Siega y la Trilla, unas labores agrícolas que fueron cayendo en desuso hace medio siglo con la mecanización del sector.
La cuesta de septiembre
Tras los pasos de ROMA
Durante muchos siglos la siega y la trilla han estado unidas al esfuerzo del hombre. La progresiva mecanización del sector agrario, con la introducción del tractor y la cosechadora, acabó con una labor milenaria que hoy Golmayo, como otros pueblos de Castilla y León, revive cada verano para aprendizaje de los más pequeños. Intentamos enseñar a la gente cómo trabajaban nuestros mayores, resume José Miguel Nieto, presidente de la Asociación Cultural de Golmayo, promotora hace una década de las Jornadas de la Siega y la Trilla.
La trilla, la horca, el rastrillo o la aparvadera fueron aperos típicos de antaño que hoy han pasado a pertenecer, en el mejor de los casos, a colecciones etnográficas. José Santabárbara, que segó y trillo en sus tiempos mozos, recuerda que la cosechadora ha supuesto una auténtica revolución en las labores agrícolas, porque hace prácticamente todo. Una pieza que antaño se segaba en medio día, ahora es cosechada en media hora.
Sin la cosechadora, hace medio siglo, la siega y la trilla eran jornadas de sol a sol, donde toda la familia se prestaba a ayudar, y también los vecinos.
mecanización
La mecanización de las labores agrícolas trajo consigo también el éxodo rural. La provincia pasaría de 161.000 habitantes en 1950 a menos de cien mil en 1981. En 1956 había censados en la provincia 252 tractores y nueve cosechadoras; en 1965, había 1.923 tractores y 191 cosechadoras; en 1983, más de cinco mil tractores y 871 cosechadoras. La mecanización, según recuerda el economista Emilio Ruiz en Historia de Soria, conllevó un excedente de mano de obra que encontró acomodó en las zonas industriales españolas. Una transformación sin vuelta atrás que abría otro tiempo para todos...
DICCIONARIO de ayer
Acarrear. ransportar en carro la mies segada, desde la tierra a la era, para ser trillada.
Aventar. anzar con el gario al aire el grano y paja trillado para que el viento alejase ésta de aquél.
Alcacer. sí se llamaba en Castilla a la cebada cuando aún estaba verde en los sembrados.
Collera. parejo que se ponía al pescuezo de los animales de labranza para que no le hiriese al tirar del carro o del arado.
Gavilla. anojo de mieses que el segador, hoz en mano, formaba y ataba durante la siega de las mismas.
