Suspendidas las quemas autorizadas por condiciones meteorológicas
El servicio territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Soria ha suspendido de nuevo, por tercera vez en este año, las quemas autorizadas para este fin de semana, poniendo en marcha las medidas preventivas necesarias para evitar incendios forestales.
Desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente de Soria se habían autorizado quemas de eliminación de restos vegetales hasta el 31 de marzo, pero dadas las circunstancias meteorológicas, se ha decidido prohibir estas quemas durante el fin de semana próximo, según ha informado en un comunicado la delegación territorial de la Junta en Soria.
Además no se concederán nuevas autorizaciones ni se concederán prórrogas a las actuales.
Únicamente se valorará el inicio de nuevo de un periodo de autorización de quemas si en las próximas semanas las circunstancias meteorológicas hacen que disminuya el riesgo de incendio.
Para el fin de semana se espera un ligero aumento de las temperaturas, que volverán a bajar el lunes y el martes.
La delegación territorial de la Junta de Castilla y León en Soria ha recordado la necesidad de extremar las precauciones, ya no sólo en la suspensión de las quemas, sino en la utilización de cualquier fuente de calor que pueda ser causa de ignición, en espera de que las temperaturas y condiciones meteorológicas vuelvan a ser las habituales para esta época del año.
Entre el 1 de enero y el 27 de marzo de 2019 se han contabilizado 37 incendios, que han derivado en otras tantas actuaciones de control y extinción.
Estos hechos han afectado a un total de 18,60 hectáreas forestales, 7,24 de ellas arboladas.
En cinco de los casos registrados la superficie afectada ha superado la hectárea y ocho de los incendios contabilizados se han producido en la última semana.
En el mismo periodo del año pasado únicamente hubo nueve incendios, que afectaron a 1,70 hectáreas de superficie forestal, toda ella desarbolada.
Las actuales circunstancias meteorológicas, protagonizadas por las temperaturas benignas, de escasez de lluvias y heladas, han producido un incremento importante en la sequedad de los combustibles vegetales.