Restaurada la talla del Cristo crucificado de la iglesia de Atauta
La Junta de Castilla y León ha concluido la restauración de la talla del Cristo crucificado de la iglesia parroquial de San Millán de Atauta.
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Se trata de una escultura policromada de estilo gótico, realizada en madera de roble en una sola pieza, exceptuando los brazos, exenta, que representa a Cristo crucificado y muerto en la cruz.4
La intervención de conservación y restauración de la talla se ha hecho bajo criterios conservativos, eliminando y frenando el deterioro activo, y de restauración, restituyendo la integridad material y estética de la obra (reintegraciones volumétricas).
Todo ello se efectuó con técnicas y materiales compatibles con el original, respetando los criterios vigentes en conservación y restauración: legibilidad, reversibilidad y perdurabilidad.
La escultura presentaba varias alteraciones, suciedad superficial por humo de velas, barniz oxidado y amarilleado, faltas de soporte en todos los dedos del pie izquierdo, ataque de insectos xilófagos y faltas graves de cohesión de la policromía en el paño de pureza.
Proceso de restauración
La intervención se inició con la desinsectación del soporte. Se revisaron los ensambles de los brazos con el tronco y se consolidaron las grietas y fisuras localizadas, sobre todo en el torso y el hombro, así como todos los orificios provocados por insectos xilófagos. Esta fase concluyó con la adecuación del sistema de sujeción del Cristo a la cruz.
En cuanto a la policromía, se procedió a una limpieza de suciedad superficial y la eliminación de algún repinte no muy integrado. También se eliminó la capa de protección que estaba muy oxidada y ennegrecida por el humo de velas, que distorsionaba el color original de la talla. Una vez realizada la limpieza, se constataron algunas restauraciones llevadas a cabo en la talla a lo largo de su historia material.
Se realizó una consolidación de policromía y la capa de preparación en la mayor parte del paño de pureza y en algunas zonas del torso, rostro y brazos. Para concluir, se ejecutó una reintegración cromática, se aplicó una protección final a toda la talla y se eliminó el óxido en los clavos de manos y pies. También se llevó a cabo un refuerzo estructural de la madera de la cruz.
Dado el marcado carácter cultural y cultual de la pieza, también se repusieron los deterioros materiales de soporte, como falta de falanges de los pies y alguno de la mano derecha.
Esta intervención, realizada por la restauradora soriana Inmaculada Medina, ha sido financiada por la Dirección General de Patrimonio Cultural, con 3.580 euros, y coordinada por el Servicio Territorial de Cultura de Soria.