El Belén viviente llena de vida Oncala
Oncala, que acoge apenas a una docena de vecinos en invierno, se ha visto esta tarde desbordado por un reguero de visitantes, más de cinco mil, para presenciar el Belén viviente escenificado por ochenta voluntarios.
Concierto de Fanegas y Celemines en Oncala
Villar del Río luce un Belén con figuras de hace 70 años
El Belén viviente es una de las actividades que ha ganado protagonismo en la Feria del Acebo, que este año celebra su décimo segunda edición, organizada por la Mancomunidad de Tierras Altas y el Ayuntamiento de Oncala, en colaboración con la Diputación provincial y la asociación El Redil.
El Belén viviente es posible gracias a la colaboración de los vecinos de Oncala, que abren las puertas de sus casas y patios, y los decoran con acebo, para escenificar alguno de los oficios que antaño dieron vida al pueblo, cuando llegó a tener 250 habitantes y era uno de los municipios de Tierras Altas con mayor censo ganadero a mediados del siglo XX, entre 8.000 y 10.000 cabezas.
Los pastores, la cantina, el herrero, la posada, la sastrería, las lavanderas, el trasnocho... personajes y escenas que son historia en Oncala, se han revivido esta tarde merced a la colaboración de ochenta voluntarios.
La técnico de la Mancomunidad de Tierras Altas, Raquel Soria, ha subrayado que el objetivo del Belén viviente y de la propia feria de acebo no es otro que promocionar esta comarca soriana, una de las más despobladas de España, con menos de un habitante por kilómetro cuadrado.
Una de las estampas donde los visitantes más se han detenido ha sido la del trasnocho, una vieja tradición merinera en la que las mujeres pasaban largas horas nocturnas tejiendo ropa, a la luz de las velas, y hablando, para hacer más corto el invierno, a la espera del regreso de sus maridos trashumantes desde las tierras más cálidas del sur.
Tras la recreación de los oficios, José y María han recorrido las calles de piedra de este pueblo cuando ha caido la noche, para dirigir sus pasos hasta el portal diseñado en el centro del pueblo.
Para Soria, la Feria del Acebo y su Belén viviente están definitivamente consolidadas en el calendario de la provincia y no sólo para los sorianos de diferentes comarcas sino para personas que llegan de otras latitudes.
La organización ha ampliado esta edición el espacio dedicado a los expositores de la feria, en la que se muestran las diferentes utilidades del acebo como adorno navideño así como productos agroalimentarios de la comarca, y también ha sido necesario ampliar el espacio para aparcamientos, ante el incremento de los visitantes que han convertido a esta feria, y su Belén viviente, en una de las convocatorias más seguidas del calendario soriano.