Restaurado un retablo del siglo XVIII de la iglesia de Navalcaballo
El delegado territorial, Manuel López, ha visitado esta mañana la iglesia de San Miguel Arcángel, en Navalcaballo, donde la Junta de Castilla y León ha cofinanciado la restauración de un retablo del siglo XVIII, de madera policromada y dorados, formado por sotabanco, predela, un cuerpo con tres calles y ático.
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Esta intervención, que ha supuesto una inversión de 33.128 euros, se encuadra en el ‘Programa Uno x Uno’ de la Consejería de Cultura y Turismo, mediante el cual la Junta de Castilla y León, a través de la Dirección General de Patrimonio Cultural (16.999,99 euros), y la Parroquia de Navalcaballo (16.128,01 euros), en este caso, aúnan esfuerzos institucionales para recuperar bienes que forman parte de nuestro patrimonio cultural.
La Consejería de Cultura y Turismo actúa mediante un modelo de gestión patrimonial completo, como están siendo ya los ‘proyectos culturales’, los ‘sistemas territoriales’ y el ‘Programa Uno x Uno’, que conjugan la gestión integral y sostenible, la concertación institucional y la consideración del territorio como destinatario de las actuaciones.
El retablo se encontraba en muy mal estado de conservación, altamente deteriorado y cubierto en su totalidad por una gruesa capa de repinte.
En el cuerpo de retablo, y ubicadas en tres hornacinas, se sitúan las tallas de madera policromada de San Antonio, San Sebastián y San Agustín; en el ático, una talla de menor tamaño de un Cristo Crucificado.
El sotabanco no existía y había sido sustituido por un apoyo realizado a base de yeso y cemento rompiendo la estética del conjunto, que se encontraba desmoronado y pintado con pintura sintética.
La superficie del retablo había sido repintada de una manera burda y sin respeto alguno a la policromía.
El proceso de restauración del conjunto se ha abordado bajo los principios de conservación de la obra original, actuando sólo sobre los procesos de deterioro, principalmente en lo relacionado con el repinte generalizado que distorsionaba la lectura de la obra.
La intervención comenzó por la eliminación de todos los repintes mediante disolventes, se consolidó la policromía y los dorados y se extrajeron todos los elementos metálicos hallados en el soporte (más de 100 clavos).
Posteriormente, se procedió a un tratamiento preventivo de desinfección y desinsectación, consolidación material del soporte, encolado de piezas, rellenado de grietas y hosquedades, limpieza química y mecánica de policromías y dorados originales, reposición de la capa de preparación y nivelado de la misma, reintegración cromática y protección final.
El tratamiento que se aplicó a las tallas fue básicamente similar al realizado en la mazonería: eliminación de repintes, consolidación de policromía, desinfección y desinsectación del soporte, encolado de piezas -en este caso de las manos de las figuras que estaban desprendidas y clavadas-, limpieza de policromías originales, reposiciones de materias del soporte y de la capa de preparación, reintegración de policromía y protección final.