Tengamos las fiestas en armonía, con respeto y en igualdad
Daniel Rodrigálvarez Encabo aboga en este artículo de opinión por unas fiestas de San Juan con más armonia y respeto y plantea algunas medidas que se podían implantar para conseguirlo, en determinados festejos, como la limitación de caballistas el Jueves La Saca.
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Tengamos las fiestas en armonía, con respeto y en igualdad
Ya falta poco para que se celebren las Fiestas de San Juan, o de la Madre de Dios como antes también se hacía referencia a las mismas. Una vez pasados el “Lavalenguas” y la “Compra del Toro”, quedan cinco días de alegría y diversión, desde la noche del miércoles, con el pregón de fiestas, hasta la madrugada del martes siguiente cantando la despedida del “Adiós, adiós San Juan, tus días ya se van...”
Existen varias peculiaridades en nuestras fiestas que no se dan en ningunas otras dedicadas al toro, quizás de mayor repercusión y renombre a nivel nacional e internacional, pero de contenido más uniforme a lo largo de las mismas, como es el caso de los sanfermines de Pamplona, donde todos los días son similares. Esto no ocurre en nuestras queridas Fiestas de San Juan, cuando la ciudad se divide estos días en doce Cuadrillas, con su correspondiente toro asignado, donde cada día tiene su dedicación especial, su afán particular, siguiendo la tradición sanjuanera.
Año tras año, la participación ciudadana es mayor, con notable asistencia foránea, no en balde las fiestas son cada vez más conocidas a nivel nacional e internacional. Sin embargo, poco a poco, aunque permanece, la rica tradición sanjuanera se va eclipsando por la actitud mal educada, desmadrada y a veces indecorosa por parte de los más jóvenes, que viven esos días como si de una fiesta más se tratara, sin disfrutar ni saborear los distintos actos que cada día comportan, pareciendo más unas bacanales, en algunos casos con actos de gamberrismo que en nada contribuyen a prestigiar las fiestas.
Para mantener la tradición y poder disfrutar unas fiestas como se debe, compete al Ayuntamiento, los Jurados y Juradas de Cuadrilla, Asociaciones y a las autoridades competentes tomar medidas para que muchos actos representativos no queden desvirtuados o seriamente afectados. Tal es el caso del “Jueves la Saca”, con la traída de los toros desde los corrales de Valonsadero hacia la Vega de San Millán y posteriormente a la plaza de toros de la ciudad. Para que en el trazado predomine el toro, debería limitarse el número de caballistas en todo el recorrido, sin permitir el uso de vehículos motorizados. Así lo ha regulado el Ayuntamiento mediante el bando firmado por el alcalde de la ciudad y publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, del 16 de junio pasado. A pesar de la medida adoptada, considero exagerado el número de caballistas que se permiten, 50 foráneos más los caballistas sorianos, un número excesivo a todas luces para el acarreo de 12 novillos, lo que impide que desde ciertas perspectivas sea difícil distinguir la manada de los toros entre tanto caballo, y donde debería prevalecer el conocimiento de la labor a llevar a cabo, cosa que los foráneos parecen desconocer en absoluto. Se entiende que la Policía Local, o quien tenga la competencia, vigilará e impondrá las sanciones correspondientes a quienes incumplan lo establecido en dicho decreto, en especial a los vehículos motorizados.
Otro espectáculo que también se debería cuidar es el sin par “Viernes de Toros”, caso curioso en la tauromaquia, al lidiar en la misma plaza seis novillos en la mañana y otros seis en la tarde. Es cierto que cada vez existe una mayor afluencia de gente y que, dadas las peculiaridades de este día, se hace una interpretación laxa del Reglamento de Espectáculos Taurinos en lo referente a la acumulación de personas en el callejón de la plaza, pero no se puede ni se debe permitir en la lidia la presencia de espontáneos en el ruedo, sobre todo por respeto a los novilleros que vienen con toda la ilusión del mundo, donde se están jugando la vida, y por mantener la dignidad de la lidia de los toros, cuyo desarrollo se impide o dificulta. Ya no se cumple por parte de la Policía Local el desalojo total del personal que suele inundar el ruedo entre la lidia de un novillo y otro, quedándose mucha gente en el albero, en el mejor de los casos, sentados en estribo de la barrera. Se debería evitar este desagradable e indecoroso espectáculo que en nada favorece a nuestra ciudad y al respeto a las tradiciones sanjuaneras, para evitar que se convierta la sagrada lidia de los toros en una charlotada.
Hay también algunos otros aspectos, de menor relevancia, que se también se podrían mejorar en nuestras queridas Fiestas de San Juan, como es el caso del desfile de las Cuadrillas el “Domingo de Calderas”, en el que cada vez es mayor el número de piñorras y piñorros que acompañan a los Jurados y Juradas en recorrido entre la Plaza Mayor y el parque de la Dehesa, haciendo interminable y tedioso dicho desfile, cosa que se podría solventar estableciendo un cupo de participantes por Cuadrilla.
Señalo lo anterior porque entiendo que se debe velar por mantener el tipismo y peculiaridad de estas fiestas en las que todos participan, hombres y mujeres, niños y mayores, sin distinción de clases, todos en una igualdad y común solidaridad, a diferencia de otras fiestas como la Feria de Sevilla, con sus clasistas casetas, o, en las Fiestas de San Fermín con sus garitos de diversión privados donde el resto, la inmensa mayoría de la gente, vaga por las calles de Pamplona. Son las Fiestas de San Juan unas fiestas sociales, donde todo el mundo que quiera disfruta de las mismas, en las que para las personas que desean participar y colaborar reciben su correspondiente tajada del toro el “Sábado de Agés” y la tajada guisada, el chorizo, el vino y el pan el “Domingo de Calderas”, para todos por igual, sin distinción.
Pero, por desgracia, entre tanta gente que deambula por Soria estos días, vemos como proliferan los actos de gamberrismo, de mala educación y de actitudes indecorosas que se deberían erradicar por la Policía Local y ser denunciados por los sorianos sanjuaneros ante dicha policía o según los procedimientos establecidos por el Ayuntamiento, por respeto a los actos tradicionales de las fiestas y a los (las) participantes en los mismos. Especial atención debe prestarse, para que se tengan las fiestas en igualdad, no en el sentido de que todas las personas puedan disfrutar de las mismas oportunidades y derechos sin discriminación, que también, sino para que todas ellas se sientan seguras y respetadas y, en particular, que las mujeres no sean objeto violencia y de agresiones sexuales, insultos o actitudes machistas. En tal sentido, se merece un aplauso el Ayuntamiento al haber establecido una dirección de WhatsApp y unos Puntos Violeta para cada uno de los días, a través de los cuales se pueden interponer las correspondientes denuncias.
Por el bien de todos y por el mantenimiento de las tradiciones sanjuaneras, tengamos las fiestas en armonía, con respeto y en igualdad.
Fdo: Daniel Rodrigálvarez Encabo