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Opinión

El agua y su precio. ¿Bendición o disparate?

El doctor ingeniero de Caminos, Ricardo Mínguez Izaguirre, aborda en este artículo de opinión el ciclo del agua en Soria, tras la perforación del túnel emisario de aguas residuales de Soria a la nueva EDAR construida en Los Rábanos. Por el camino siguen sin abordarse muchos problemas en la ciudad.

El agua y su precio. ¿Bendición o disparate?

El pasado mes de agosto ha distraído las veraniegas siestas con dos noticias de calado, literalmente la primera:

La fiesta del calado. El 12 de agosto finalizó la perforación del túnel emisario de aguas residuales de Soria a la nueva EDAR (depuradora de aguas residuales) ya construida en Los Rábanos. Los medios dieron buena cuenta de ello con asistencia de autoridades al calado final y la explícita congratulación del Alcalde y del Consejero de Medio Ambiente de la Junta. Este último, el Sr. Suárez-Quiñones, aprovechó la ocasión para hacer alarde de la sustancial aportación económica de la Junta para este proyecto; junto a él, impertérrito, el alcalde de Soria.

La mala noticia. El 23 de agosto el alcalde informaba de la “buena nueva” de que gracias a la puesta en marcha de la nueva depuradora habrá una subida de la tarifa del agua. Está claro que habrá que pagar las obras, su explotación y su mantenimiento, en la parte asignada al Ayuntamiento.

¡Por fin! Los sorianos debemos felicitarnos de la pronta puesta en servicio de la nueva depuradora aunque haya que rascarse los bolsillos. Se cumple el objetivo prometido de conseguir la limpieza total de vertidos de aguas residuales al embalse de Los Rábanos. ¿Se cumple? ¿Se cumple, Sr. Alcalde? Pues no, no se cumple gracias a la perversa intervención del Sr. Suárez-Quiñones, eterno Consejero de Medio Ambiente de la Junta, y a la inacción del Ayuntamiento de Soria en lo que es de su exclusiva competencia.

El proyecto inicial, redactado con el citado objetivo, preveía la conducción a la nueva EDAR de Los Rábanos de todas las aguas residuales generadas en los municipios de Soria, Los Rábanos y Golmayo, y con ese fin se redactaron los oportunos proyectos de construcción (la denominada Alternativa 4). Para Golmayo (incluidas Fuentetoba y Carbonera de Frentes) se proyectaba un colector que canalizaría sus aguas residuales hasta el túnel emisario a la nueva EDAR. Una sola depuradora, con capacidad para una población de 180.000 habitantes, para los tres municipios (no es preciso recordar que entre los tres no alcanzan los 50.000 habitantes). El acuerdo de los tres Ayuntamientos y el Estado era firme, digamos que en 2012; ya en 2011 se inició la preceptiva tramitación ambiental de ese proyecto global, obteniéndose en 2013 la necesaria (para poder iniciar las obras)  declaración de impacto ambiental favorable, condicionada a que se realizaran todas las obras, incluido el colector de Golmayo (textual: “siempre y cuando se realice la alternativa 4 y se cumplan las condiciones señaladas en el anteproyecto y su estudio de impacto ambiental”).

Pero, cosas del querer, en diciembre de 2018 se celebró una festiva reunión del Consejero de la Junta Suárez de Quiñones con los alcaldes de Golmayo y Los Rábanos (todos gobernados por el Partido Popular) y sin la asistencia del alcalde de Soria (Partido Socialista), en la que se acordó la retirada de Golmayo del proyecto y la financiación por la Junta de los costes atribuidos al Ayuntamiento de Los Rábanos, así como la financiación total por la Junta de una nueva depuradora en Fuentetoba y la ampliación de la existente en Golmayo, lo que ni siquiera se ha iniciado y que constituye un disparate técnico y económico, ya que se asegura así la continuación de vertidos al río Golmayo, y, por tanto, al embalse de Los Rábanos, de aguas sin la debida depuración al mismo nivel que la que se garantiza en la nueva EDAR. Y por añadidura, aunque se realizaran esas depuradoras (¿qué pasa con Carboneras de Frentes y su Polígono industrial?), es segura la falta de medios en el Ayuntamiento de Golmayo para su debida explotación y mantenimiento. La segunda  consecuencia inmediata para los sorianos fue un claro incremento de su participación económica en el proyecto, que deberemos pagar durante un buen montón de años. ¿Alguna intervención del Ayuntamiento de Soria en contra de tamaño desatino? No que se sepa.

Y tampoco es digno de aplauso el Ayuntamiento de Soria en lo que toca a resolver sus problemas actuales de vertidos directos de aguas residuales al Duero. El reportaje publicado el 3 de septiembre en El Mirón de Soria es espejo de vergüenza para todos los sorianos, pero muy especialmente para el Alcalde y su equipo de gobierno, particularmente para su concejal responsable del Urbanismo. ¡Qué bochorno!

Vertidos directos al Duero, los principales, del barrio de San Pedro cada vez que hay una tormenta, sin que se haya acometido la solución técnica del problema (estudio, proyecto y obras). Solución que requiere un presupuesto ahora inexistente porque los fondos que con tan exitosa gestión consigue el Ayuntamiento se destinan al engrandecimiento de Adoquilandia, desatendiendo un asunto vital para la salud y el futuro de los sorianos. ¿Cómo se explica que desde 2012, cuando se definió el proyecto de la nueva EDAR, el Ayuntamiento no haya acometido la solución de este grave problema sistemáticamente denunciado en los medios? Es vergonzoso que vaya a inaugurarse en breve la nueva EDAR y en 12 años no se haya puesto remedio a un problema que atenta contra la propia finalidad del proyecto y muestra la incompetencia municipal ante propios y visitantes. ¿Es posible que no haya ninguna previsión o proyecto de actuaciones que contradiga lo anterior?

Y como ningún mal llega solo, el Ayuntamiento de Golmayo, con su eterno alcalde Sr. Serrano y con el “natural” apoyo de la Junta por obra de su Consejero Sr. Suárez-Quiñones, se descuelga también del abastecimiento de agua potable desde la depuradora de Soria creando un nuevo problema económico a la sociedad Agua de Soria y, en consecuencia a los vecinos de la capital, que deberán cargar con las consecuencias en sus futuros recibos del agua. Por ese solo anuncio el Ayuntamiento de Soria debería haberse puesto a trabajar en la creación de una mancomunidad regional que gestionara todo el ciclo del agua (abastecimiento y saneamiento).

Así que los sorianos pagaremos bastante más por el agua y seguiremos sin poder acometer las múltiples actuaciones que propiciaría el disponer de una lámina de aguas limpias en siete kilómetros de longitud, aptas para toda clase de deportes náuticos, incluido el baño ahora imposible por obvias razones sanitarias. Adiós, según pinta, a la necesaria mancomunidad que gestionara todo el ciclo del agua en la región de Soria. Adiós, también, a los sueños de impulso al ocio y los deportes y competiciones relacionados con el agua. Incluido un barquito turístico, ¿por qué no

¿Y qué dice o qué hace el Ayuntamiento de Soria? Nada, como ya es costumbre en los temas cruciales para el futuro de Soria. Nada. Bueno, estudia la revisión de las tarifas del agua y ha encargado unos estudios para poner en marcha un barquito que recorra el embalse. Esa es su prioridad, esa parece ser su única preocupación. Sobran los calificativos.

Y el alcalde calla ante la cínica arrogancia del Consejero de la Junta. No se trata de “montar el numerito”, no. Se trata de la falta de iniciativa ante el Ministerio competente (Transición Ecológica y Reto Demográfico-MITECO) para reclamar su intervención ante tanto disparate, tan dañino para Soria y que contradice las mismas actuaciones y aportaciones económicas del Estado para el proyecto de la nueva EDAR.

Entonces, ¿bendición por la llegada de la nueva EDAR, asumiendo el consiguiente incremento de la tarifa del agua?  Obviamente SÍ por la pronta puesta en servicio de la nueva depuradora, pero, obviamente también, NO por la desastrosa gestión del Ayuntamiento, que calla ante la eliminación del colector de Golmayo, que no resuelve el problema de vertidos directos de aguas residuales al Duero, que es incapaz de abordar la creación de una empresa pública que gestione el ciclo completo del agua  para Soria y los municipios aledaños y que provocará por ello un injustificado incremento de la ya esperpéntica tarifa del agua. Es un escándalo que, ante este panorama, la prioridad del Ayuntamiento sea el barquito turístico en esas futuras aguas contaminadas.

Para los interesados. En El Heraldo de Soria (30 de septiembre y 1 y 2 de octubre de 2023) y en El Mirón de Soria (13 de octubre de 2023) se publicaron amplios artículos sobre este problema. En el Mirón de Soria de 3/9/2024: Las toallitas, una mala práctica…

Fdo: Ricardo Mínguez Izaguirre. Dr. Ingeniero de Caminos

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