Más implicación política en las zonas sin población
Las organizaciones empresariales de Cuenca, Teruel y Soria han iniciado el procedimiento para conseguir que estas provincias, cuyos territorios unidos constituirían la quinta mayor comunidad autónoma de España, sean reconocidas por la Unión Europea como zonas escasamente pobladas del sur de Europa (SESPA), una declaración que les permitiría recibir directamente fondos europeos, sin mediación de las comunidades autónomas, para luchar contra el secular problema de su baja densidad de población, como ya lo hacen otros territorios del norte de Europa.
Hay razones suficientes para que los partidos políticos, metidos ya en plena campaña de las elecciones europeas, muestren y demuestren una mayor implicación en este objetivo común, basado en el propio Tratado de Lisboa, que ha añadido la cohesión territorial entre los retos de cohesión económica y social. Dificultades de comunicación, débil accesibilidad a los servicios públicos básicos, menor implantación de las TIC, y sobre todo una población con un alto grado de envejecimiento y dispersa en un amplio territorio son razones más que suficientes para que los partidos políticos -por encima de siglas y estrategias- se impliquen con mayor constancia y acierto que hasta la fecha, evitando repetir el error de distribuir los fondos europeos sólo con criterios poblacionales y resaltando en el reparto la superficie y la densidad de población, como mejor forma de alcanzar ese ansiado objetivo de cohesión, y el sostenimiento y la integración de todos los territorios de la Unión Europea. No hacerlo sería darle la espalda a la propia realidad.