Casi siete de cada diez adolescentes consumen pornografía en España
Casi siete de cada diez adolescentes en España consumen pornografía, a la que acceden por primera vez a los 12 años.
2023 reitera descenso de natalidad desde 2013 en España
Así lo revela el informe “(Des)información sexual: pornografía y adolescencia” que ha elaborado Save the Children para estudiar el consumo de contenidos sexuales entre la población adolescente y su impacto en sus relaciones y su desarrollo.
El estudio, que ha contado con la participación de 1.753 chicos y chicas de entre 13 y 17 años, revela que más de la mitad de los y las adolescentes que ven contenidos pornográficos se inspiran en ellos para sus propias experiencias y que para el 30 por ciento estos vídeos son su única fuente de información sobre sexualidad.
El peligro no es que vean pornografía, sino que su deseo sexual se esté construyendo sobre unos cimientos irreales, violentos y desiguales propios de la ficción, según ha advertido Save The Children.
Muchos se inspiran en los contenidos pornográficos, algunos de ellos violentos y basados en relaciones de poder, para sus propias experiencias.
Es especialmente preocupante que cuando intentan imitar lo que ven, no siempre solicitan consentimiento previo a su pareja.
El 12,2 por ciento de los chicos lo ha hecho sin el consentimiento explícito de la pareja y sin que a esta le haya parecido bien, frente al 6,3 por ciento de las chicas.
El informe constata también importantes diferencias sobre la forma de consumir estos contenidos y el tiempo que dedican a ello: Los adolescentes ven pornografía casi a diario y las adolescentes una vez a la semana o al mes.
Para ellos, el primer acceso responde a una búsqueda activa o una especie de rito de iniciación, mientras que ellas encuentran el contenido de manera accidental y están más expuestas a recibirlo de personas desconocidas.
Mientras ellos afirman consumirlo para satisfacer “necesidades instintivas”, las adolescentes dicen hacerlo para aprender qué se espera de ellas.
El abuso del consumo de material pornográfico da lugar a prácticas peligrosas, violencia y desigualdad entre la población adolescente.
Por ejemplo, el 27,1 por ciento de las chicas no sabe identificar prácticas de riesgo como la ausencia de preservativo.
Del mismo modo, casi la mitad de la población adolescente afirma no utilizar siempre métodos de protección y el 13,7 por ciento no lo hace nunca o casi nunca.
El 13,8 por ciento de los y las adolescentes que han visto pornografía han entrado en contacto, al menos una vez, con una persona desconocida con fines sexuales a través de internet.
Esto supone un alto riesgo de sufrir violencia online e incluso física (en caso de encuentro real, los y las adolescentes pueden sufrir abusos o una agresión sexual).
Save the Children ha señalado que no se puede permitir que los contenidos sexuales sean la única fuente de información sobre sexualidad para los y las adolescentes.
Ante los datos que arroja el informe ha reiterado la urgencia de tramitar la Ley Orgánica de Protección Integral a la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia.