Aumenta la situación de pobreza energética
Entre un 9,6 y un 16 por ciento de los hogares españoles se encuentran en situación de pobreza energética (MITECO, diciembre 2020), lo supone un aumento del 22 por ciento con respecto al año anterior, según un estudio de Cruz Roja Española.
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La escala de precios de los suministros energéticos que estamos viviendo desde la mitad del 2021 y su crecimiento desde la escalada del conflicto en Ucrania hacen prever a Cruz Roja un posible incremento de pobreza energética en los hogares, si bien, desde la Organización se lleva años apoyando a las familias que sufren esta situación a través de un proceso que incluye asesoramiento, talleres, entregas de kits de eficiencia energética y rehabilitaciones energéticas u otras actuaciones en las viviendas.
Aún así, el dato es muy superior entre la población atendida por Cruz Roja: hasta un 75 por ciento de las familias vulnerables afirman no poder mantener la temperatura adecuada en su vivienda, especialmente en invierno: un 23 por ciento de estas familias aseguran no disponer de calefacción frente al 10 por ciento que fija el IDEA entre el conjunto de la población nacional.
La zona climática con un mayor número de familias que afirman no poder mantener su vivienda a una temperatura adecuada en verano y/o en invierno es la Atlántica, o lo que es lo mismo, Galicia, Asturias, Cantabria y País Vasco (82 por ciento), seguida por la Continental (76 por ciento) y por último la Mediterránea (72 por ciento).
A nivel nacional, los últimos indicadores publicados correspondientes al año 2020 revelan que el 10,9% de la población no es capaz de mantener la temperatura adecuada en su hogar en invierno.
Lógicamente, al tratarse de familias vulnerables, en la muestra de hogares atendidos por Cruz Roja este porcentaje es muy superior.
En cuanto al consumo eléctrico medio de las familias a lo largo del 2021 se ha situado en torno al 11 por ciento por debajo de la media nacional; y esto se produce a pesar de contar con viviendas y equipamientos menos eficientes, por lo que puede deducirse que las familias atendidas no alcanzan el grado de confort necesario y no disponen del mismo número de electrodomésticos que la media nacional.
Cruz Roja, además, ha constatado la necesidad de formación y capacitación en materia energética, tanto para el ahorro y eficiencia en su consumo, como para comprender la propia factura de la luz, ya que el 88% de sus usuarios y usuarias aseguran no entenderla.
El ahorro potencial medio por familia atendida por Cruz Roja detectado es de 178 euros al año, correspondiente a un 24 por ciento de su factura; esta cifra, especialmente, se debe al alto número de familias con derecho al bono social que no lo están percibiendo, que alcanza el 69 por ciento, o a contratos no optimizados (17%).
La automatización en la concesión del bono social por criterios de renta, reivindicación de muchas entidades sociales, acabaría en parte con esta situación.
El estudio de Cruz Roja también revela que el 40 por ciento de los hogares tienen un frigorífico en mal estado, y un 78 por ciento de las viviendas no cuentan con iluminación LED.
Ambos factores, por ser tecnologías obsoletas y en mal estado, repercuten directamente en el consumo de las familias. A estas vulnerabilidades también se les suman las humedades en las viviendas, infiltraciones de aire en puertas y ventanas o la falta de agua caliente.