Las madres se responsabilizan más del reciclaje en los hogares
Las madres son la figura familiar que con mayor frecuencia se responsabiliza del reciclaje en los hogares castellanoleoneses.
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Concretamente, en el 33,2 por ciento de las ocasiones son ellas las que deciden instalar espacios destinados a la separación de los residuos, frente al 19,5 por ciento que representan los padres.
No obstante, habitualmente (28,8 por ciento) se trata de una decisión conjunta que muestra la responsabilidad de toda la familia.
Estas son algunas de las principales conclusiones que se extraen del “Estudio de Hábitos de Reciclaje”, elaborado por el Instituto Apolda para Ecoembes, la organización medioambiental sin ánimo de lucro que promueve la economía circular a través del reciclaje de los envases.
En lo que respecta a la edad, el informe refleja que la separación de residuos es un hábito muy extendido en todas las franjas, aunque son los adultos de entre 35 y 54 años los que más comprometidos se muestran.
El 71 por ciento de este colectivo afirma disponer de más de un espacio destinado al reciclaje, siendo uno de ellos para los envases que se depositan en el contenedor amarillo.
Esta afirmación es compartida por el 65,8 por ciento de los castellanoleoneses mayores de 55 años y por el 57,2 por ciento de los jóvenes de entre 16 y 34 años.
Los datos muestran que la sociedad castellanoleonesa está concienciada con la separación de residuos, tal y como se refleja en el número de cubos presentes en los hogares de Castilla y León, cuya media se sitúa en 3. No obstante, en el informe se detectan diferencias en función del área de residencia y el número de integrantes.
De este modo, la media de espacios para el reciclaje tiende a incrementarse en los municipios de mayor tamaño (entre 10.000 y 50.000 y más de 100.000 habitantes), cuyos encuestados aseguran contar con 3,1 cubos. En cuanto al número de integrantes, los hogares con uno, cuatro, cinco o más residentes son los que mayor número de cubos destinan a la separación de residuos (3,1).
Factores
El informe también evalúa los factores que motivan a los ciudadanos de Castilla y León a la hora de disponer de varios espacios en sus hogares para separar correctamente los residuos.
En este sentido, el civismo (97,3 por cienteo), el sentimiento de orgullo por reciclar bien (72,4 por ciento) y la mayor concienciación general de la sociedad (56,3 por ciento) constituyen las principales razones.
Por su parte, el principal freno de los ciudadanos que declaran no reciclar es la falta de espacio en el hogar (21,1 por ciento).
Los resultados del estudio también concluyen que los ciudadanos de la región identifican cada vez mejor a qué contenedor va cada tipo de residuo.
De esta manera, el 58,2 por ciento afirma asociar y tirar siempre en el contenedor amarillo las botellas, botes o garrafas de plástico, y el 52,1 por ciento en el caso de los briks.
Las latas de bebidas (44,6 por ciento) y de conservas (41,1 por ciento) son otros de los envases que más se relacionan y depositan en este contenedor.
Por su parte, las tapas metálicas de los frascos (24,4 por ciento) y los aerosoles (24,9 por ciento) son los que menos se asocian con el contenedor amarillo y, por tanto, los que menos se reciclan. Aun así, Ecoembes continúa trabajando para mejorar los porcentajes de todos los materiales desde la educación y la innovación.
El reciclaje en Castilla y León
Aunque todavía queda camino por recorrer, los datos que arroja este estudio permiten afirmar que el reciclaje es un hábito extendido en los hogares castellanoleoneses.
De hecho, en 2016 cada castellanoleonés depositó 11 kilogramos en el contenedor amarillo (envases de plástico, latas y briks) y 17,9 kilogramos en el azul (envases de papel y cartón). En total se reciclaron 62.576 toneladas, un éxito alcanzado gracias a un modelo de colaboración público-privada que se adapta a las necesidades de cada momento y municipio.
