Ecologistas en Acción pide planes para reducir el ozono
Ecologistas en Acción ha denunciado que entre 2015 y 2017 se han incumplido los objetivos legales de protección de la salud y la vegetación establecidos para el ozono en un tercio de las 126 zonas del territorio español. Entre ellas, la contaminación se ha extendido por el Sur y Este de Castilla y León y por la aglomeración de Valladolid.
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La contaminación es consecuencia de las emisiones del tráfico rodado del área metropolitana y las industrias de la capital regional, y en el caso del sur de la Comunidad por el transporte de contaminantes que se produce desde territorios limítrofes como la Comunidad de Madrid y Portugal.
Esta contaminación, según ha señalado hoy en un comunicado Ecologistas en Acción, afecta a 600.000 personas en las provincias de Ávila, Salamanca, Segovia y Valladolid, la cuarta parte de la población regional.
Se define el valor objetivo como el nivel de un contaminante que deberá alcanzarse, en la medida de lo posible, en un momento determinado para evitar, prevenir o reducir los efectos nocivos sobre la salud humana, el medio ambiente en su conjunto y demás bienes de cualquier naturaleza”.
El valor objetivo octohorario para la protección de la salud humana es de 120 microgramos de ozono por metro cúbico de aire (μg/m3), que no deberá superarse en más de 25 días por cada año civil, de promedio en un período de 3 años.
Existe asimismo un valor objetivo para la protección de la vegetación, que se evalúa en periodos de 5 años, y que entre 2013 y 2017 se habría incumplido en 340.000 kilómetros cuadrados, dos tercios del territorio español y la quinta parte del castellano y leonés, en la zona Sur y Este de Castilla y León.
De esta forma, España se sigue situando junto a Italia a la cabeza de los países europeos por los daños ocasionados por el ozono a los cultivos agrícolas y los ecosistemas naturales.
Las estaciones de control de la contaminación atmosférica de referencia donde en el último trienio se han superado los objetivos legales de ozono son un centenar de las 450 que miden este contaminante en España, entre ellas 4 de las 37 estaciones que miden ozono en Castilla y León, concretamente las situadas en El Maíllo (Salamanca), Segovia capital, Muriel de la Fuente (Soria) y Laguna de Duero (Valladolid).
La Ley estatal de calidad del aire establece que las comunidades autónomas adoptarán planes de mejora de la calidad del aire para alcanzar los objetivos establecidos, en las zonas en las que los niveles de uno o más contaminantes regulados superen dichos objetivos, como es el caso del medio centenar de zonas indicadas.
Se trata de una medida obligatoria para las autoridades autonómicas, que de ninguna manera se puede entender como discrecional, y es independiente de las iniciativas que pueda adoptar el Gobierno central, que por otro lado tampoco ha elaborado el Plan Nacional de ozono comprometido hace ya casi tres años, motivo por el cual Ecologistas en Acción ha interpuesto una demanda en la Audiencia Nacional.
Planes de reducción
Por ello, Ecologistas en Acción ha vuelto a registrar formalmente peticiones para que el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y las Comunidades Autónomas de Andalucía, Aragón, Illes Balears, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Madrid, Región de Murcia y Navarra pongan en marcha sin más dilación los planes de reducción de ozono, con la finalidad de evitar que esta lamentable situación se siga repitiendo cada primavera y verano.
Planes que deben pasar por la reducción del intenso tráfico urbano e interurbano que soportan las principales ciudades del Estado, manteniendo un modelo de ciudad compacta y promoviendo el uso de medios de transporte más sostenibles como la marcha a pie, la bicicleta y un transporte público y colectivo alimentado preferiblemente con energía limpia procedente de fuentes renovables.
Por otro lado, debe procederse al cierre progresivo de las centrales térmicas de carbón, sustituidas por energías renovables. Todo ello sin perjuicio de la necesaria coordinación entre Comunidades Autónomas, con el Gobierno Central y con la Unión Europea.
El ozono troposférico, también conocido como ozono malo por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre la luz solar y el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias.
Por inhalación, provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas y reducción de la función pulmonar, así como el agravamiento de patologías cardiovasculares.
La OMS estima en 1.600 los fallecimientos prematuros anuales en España producidos por la exposición a niveles de ozono como los registrados en buena parte de España. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos