Claves para consumir y producir mensajes sobre igualdad de género en los medios de comunicación
Recogidas en un libro presentado por la periodista Mara Torres
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La periodista del informativo La 2 Noticias Mara Torres ha presentado en Valladolid el libro “La comunicación en clave de igualdad de género", coordinado por Virginia Martín Jiménez y Dunia Etura, profesoras de Periodismo de la Universidad de Valladolid, y publicado por la editorial Fragua.
La presentación ha servido para dar a conocer una obra que se enmarca dentro del Proyecto de Innovación Docente "Enseñanza en Igualdad e Inclusión de Género (PID-ENIG)" de la UVa y que recoge en siete capítulos las aportaciones de diversas investigadoras que pretenden ofrecer claves sobre el consumo y la producción de mensajes relacionados con la igualdad de género en los medios de comunicación.
Al transmitir estos conocimientos, la obra aboga por una “alfabetización mediática con perspectiva de género", es decir, pretende proporcionar un sentido crítico que incluya el componente de la igualdad cuando se reciben mensajes de los medios de comunicación y también a la hora de producirlos.
“Los medios de comunicación han sido motor de cambio en la sociedad, por ejemplo, contribuyendo a normalizar la homosexualidad", ha explicado Dunia Etura.
Con respecto a la igualdad de género también han servido para visibilizar el problema.
En concreto, la violencia de género ha pasado de estar en la esfera privada a la pública.
Sin embargo, los estudios indican que en realidad no están propiciando un cambio de mentalidad, sino que, en ocasiones, contribuyen a justificar y legitimar comportamientos machistas arraigados en la sociedad.
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Por ejemplo, “la imagen de la mujer en la publicidad o en los vídeos musicales muchas veces está cosificada y sexualizada", ha apuntado la experta.
“Parece que no conseguimos desterrar las relaciones basadas en estereotipos y prejuicios de género, y quizá esto lo encontremos más en los contenidos vinculados con el entretenimiento presentan unas relaciones entre los dos sexos marcadas por el machismo, probablemente, porque están sometidos a una menor crítica que los informativos, ya que se pueden amparar en la libertad creativa", ha añadido.
El libro pretende ser un manual que ofrezca claves para analizar los contenidos desde la perspectiva de género y a favor de la igualdad, especialmente útil para docentes y profesionales de la comunicación, ya que “la educación y los medios de comunicación son los principales instrumentos socializadores de nuestro tiempo".
El primer capítulo, "De la excepción a la normalidad. O cómo la información contribuye (o no) a la igualdad de género", firmado por la profesora de la Universidad Autónoma de Barcelona Juana Gallego Ayala, analiza el tratamiento que reciben las mujeres en los principales diarios de referencia con el fin de conocer si los medios están difundiendo un discurso de igualdad y cuál es la representación informativa de las mujeres que conforman.
La mirada crítica con perspectiva de género es la que permite rechazar un consumo pasivo de los mensajes de los medios de comunicación y que producen y reproducen estigmatizaciones que impiden la consolidación de la igualdad.
Esa mirada reflexiva es la que lleva a la psicóloga clínica Sonia Fernández de la Vega y a la profesora de la UVa Dunia Etura a estudiar el vínculo existente entre los discursos mediáticos y la violencia de género.
Su contribución, reflejada en el segundo capítulo, titulado "Desigualdad cotidiana. Donde nace la violencia", analiza cómo los contenidos mediáticos constituyen la base que sustenta la violencia de género en una sociedad formada en la aceptación de la desigualdad.
Por su parte, Sonia Núñez Puente, profesora de la Universidad Rey Juan Carlos, anima en el tercer capítulo a descodificar esos constructos sociales, que forman parte de la identidad de la sociedad para poder analizar y comprender la profundidad que encierra el movimiento Femen, sus prácticas activistas tanto online como offline y el debate que estas suscitan.
La percepción de los futuros comunicadores
El cuarto capítulo, redactado de manera colectiva por varios miembros del PID-ENIG, refleja los resultados de la encuesta elaborada a lo largo del año académico 2014-2015 en las aulas del Grado de Periodismo de la UVa.
“El 67,5 por ciento de los alumnos creen que no sufrirán discriminaciones laborales por motivos de sexo, pero sólo un 18,4% de las alumnas están seguras de ello", ha comentado Virginia Martín.
Aunque la inmensa mayoría de los estudiantes defienden la igualdad, el 31,3 por ciento de los chicos y el 13,4 por ciento de las chicas cree que existe “una excesiva alarma social con respecto a la violencia de género", lo que en opinión de la profesora refleja “una falta de concienciación sobre el problema".
Desde una perspectiva docente, la profesora de la UVa Pilar Sánchez-García insiste en el capítulo ‘La feminización de la profesión periodística en las aulas’ en la necesidad de trabajar por la sensibilización y la concienciación de la igualdad haciendo visible a la mujer en los contenidos que se imparten en la universidad.
Sánchez-García traza un recorrido analítico que parte del contraste existente entre la feminización del alumnado y la profesión periodística, y la presencia de la mujer en los puestos de responsabilidad. Después pasa a desarrollar la falta de visibilidad de las mujeres periodistas tanto desde un punto de vista histórico como actual y defiende la inclusión de referentes femeninos en los temarios de Grado en Periodismo.
Revistas femeninas
La prensa escrita protagoniza el capítulo sexto de esta obra, firmado por la investigadora predoctoral de la Universidad de Valladolid Raquel Quevedo Redondo, quien ahonda en las revistas femeninas de alta gama para trazar un análisis de la feminización de la política en este ámbito mediático espectacularizado y dentro de un contexto de resignificación del lugar público que ocupa la mujer; llegando, entre otras conclusiones, a resaltar el trato diferenciado que en estas revistas sufren las mujeres políticas frente a los hombres, las cuales reciben un tratamiento más irreverente y marcado por un exceso de confianza del entrevistador hacia la entrevistada.
