CC.OO. radiografía la emigración en la Comunidad
Comisiones Obreras, por medio de la Secretaría de Migraciones y Medio Ambiente, acaba de publicar un nuevo número relativo al Observatorio Sindical de las Migraciones en Castilla y León. Castilla y León ha perdido un 20% de población desde 1959.
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El envejecimiento supone la desaparición de gran número de pueblos y la merma de muchas capitales de provincia.
Para tener claves de cómo revertir este proceso, es necesario tomar medidas sobre las migraciones.
Varias son las ideas clave resultantes del informe elaborado por las personas técnicas de la Secretaría y de los CITE de CCOO-Castilla y León.
El saldo migratorio (entradas menos salidas) ha sido negativo siempre salvo en el periodo de 2001 a 2011, si bien es cierto que ha vuelto a ser positivo en los dos últimos años.
Hasta los años ochenta el saldo vegetativo (nacimientos menos defunciones) era positivo, pero no lo suficiente como para compensar todas las personas que se iban de la Comunidad.
Por ello siempre Castilla y León ha perdido población. Únicamente la entrada de inmigrantes en el primer decenio de 2000 ha conseguido frenar temporalmente la pérdida que la crisis agravó.
La inmigración frena la caída de población y rejuvenece los municipios. La población inmigrante, más joven y con familia, está ralentizando el descenso de población. Son las únicas que están llegando a municipios pequeños.
Migraciones interiores
Hay un saldo interautonómico negativo: más de 4.000 personas en 2018. Se van más personas de esta tierra a otras comunidades de las que entran: más de 25.000 salidas y más de 21.000 entradas. Sólo Andalucía tiene peores saldos.
Las personas de nacionalidad española protagonizan más desplazamientos (normal, son más en número). Sin embargo, proporcionalmente, hay más migraciones de personas nacidas en otros países. Es decir, las personas extranjeras se mueven más.
Las salidas son, sobre todo, de personas entre 25 y 29 años, y después de entre 30 y 34 años. En cuanto a los destinos, por orden de salida se encuentran Madrid, País Vasco, Cataluña y Andalucía. Las entradas se producen desde estas mismas comunidades.
Existe un claro saldo interprovincial: salidas hacia Madrid o provincias limítrofes. Desde las provincias de Castilla y León el destino provincial principal es Madrid. Los siguientes suelen ser hacia provincias limítrofes.
Los datos de movilidad laboral: las personas con educación superior tienen la mayor tasa de movilidad (14%). El Sepe (Servicio Público de Empleo) compara el domicilio y el lugar de trabajo de los contratos. En 2018 se firmaron más de 80.000 contratos que supusieron un desplazamiento a esta Comunidad, pero más de 120.000 requirieron salir de ella. El 38% de los mismos con dirección a Madrid.Por sectores, la agricultura tiene una tasa de movilidad del 24%, seguida de la construcción con el 18%.Todas las provincias de CyL tienen una tasa de movilidad superior a la media de España.
Migraciones exteriores
A partir de 2008 aumentan las salidas al extranjero de personas de nacionalidad española y, a su vez, se da un descenso de entradas de personas de nacionalidad extranjera.
El número de personas españolas que salen de Castilla y León al extranjero se cuadriplica de 2008 a 2015, aunque no sea muy grande (de más de 1.000 a más de 4.000).
El número de personas extranjeras que salen es más alto, pero se comporta diferentemente en el mismo periodo (disminuye incluso de más de 7.000 en 2008 a más de 6.500 en 2015).En 2018 han sido personas de nacionalidad española de entre 30 y 34 años las que salen al exterior. La población española de entre 25 y 29 años protagonizan las migraciones interiores.
CyL pierde población porque sus habitantes se van a otras comunidades, y no por salidas al exterior.
En la actualidad es el saldo migratorio de personas extranjeras con el exterior el único dato positivo que está contribuyendo a no perder tanta población.
El Padrón de residentes en el extranjero refleja la existencia de más de 180.000 castellanos y leoneses en el extranjero. E
ste Padrón se confecciona con personas que se dan de alta en el Consulado y es un trámite que aporta beneficios, sobre todo a personas que han adquirido la nacionalidad española para mantenerla o a descendientes de españoles que han emigrado para no perder la nacionalidad, de ahí que los datos hay que manejarlos con cuidado.
Pero es la única manera de saber dónde han ido estas personas. En 2019 hubo más de 7.000 nuevas inscripciones.
En Europa están registradas más del 60% (sobre todo en Francia y Alemania). Por países, Argentina es el segundo país con más castellanos y leoneses en el exterior. En América el grupo de edad más numeroso es el de mayores de 65 años, lo que apunta a una emigración de hace años.
Conclusiones
Hablar de la emigración requiere hablar de la inmigración. ¿Por qué hay personas que salen de CyL mientras que otras entran? La respuesta la haya Comisiones Obreras en los trabajos que buscan las personas que salen y los que encuentran quienes entran. También tiene que ver con el nuevo panorama migratorio que facilita la movilidad laboral.
El objetivo del informe era detectar qué podemos hacer para invertir la tendencia de pérdida de población de Castilla y León.
Reflexiones sobre migraciones y reto demográfico
- La posibilidad de movilidad es mayor hoy que nunca. Salir del lugar de residencia, aunque sea para cortas estancias, es cada vez más frecuente.
- La migración laboral responde a la relación económica entre oferta y demanda: hay personas con posibilidad de trabajar y hay trabajos disponibles. Pero esos trabajos deben estar regulados, no podemos ofrecer a otras personas lo que no queremos para nosotras.
- Un mundo económico globalizado requiere un marco de derechos laborales también globalizado con unos mínimos marcados. La migración debe ser una opción y no una necesidad o una obligación. Defendemos el derecho a no migrar.
- La economía informal permite el acceso a un trabajo pero no a derechos. Hay que asegurar un marco laboral estable para todos y todas. La OIT (Organización Internacional del Trabajo) defiende la contratación equitativa: las personas migrantes deben incorporarse al trabajo en iguales condiciones que los nativos. Por justicia y para no devaluar la mano de obra. De las condiciones de trabajo del migrante dependen las de la población autóctona.
- Las personas migrantes no pueden verse desde una perspectiva utilitarista como mano de obra o repobladores: son seres humanos portadores de derechos. El pasado y presente emigrante de CyL debiera ayudarnos a ser una Comunidad acogedora. Afrontar el reto demográfico pasa porque vengan personas a establecerse y necesitamos municipios cosmopolitas, no sólo las ciudades, también los pueblos.
- La emigración de CyL agrava nuestros problemas demográficos porque es la población joven la que sale, dificultando el relevo generacional. El desequilibrio territorial dentro de CyL fomenta las migraciones internas como lo muestra la elección de destinos internos. Hay que superar las grandes diferencias provinciales en cuanto a oportunidades laborales, formativas, de generación de empleo y de riqueza. Las grandes infraestructuras terrestres y ferroviarias favorecen e influyen en las migraciones y generan corredores de movilidad laboral. El desequilibrio autonómico también existe a nivel estatal como se ve en la atracción de población hacia Madrid.
- Es necesario un buen diagnóstico que visibilice y cuantifique la pérdida de población joven de CyL para buscar soluciones al reto demográfico al que nos enfrentamos.