Castilla y León, segunda comunidad en porcentaje de fumadores
El porcentaje de castellanos y leoneses que fuman a diario vuelve a máximos del 33,1 por ciento después de caer tras la prohibición de consumir en espacios cerrados en 2011.
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Los efectos de la polémica ley antitabaco aprobada en 2005 durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y endurecida en 2010 se agotan.
Cuando parecía que los malos humos del tabaco se empezaban a disipar en Castilla y León, lo cierto es que durante este año el tufillo a cigarro ha vuelto.
Los datos hablan por si solos: el porcentaje de fumadores diarios ya iguala a los que había antes de la ley antitabaco, y el 33,1 por ciento de la sociedad (entre 15 y 65 años) asegura que consume tabaco diariamente.
Es decir, casi medio millón de castellanos y leoneses prende, al menos, un pitillo al día, cuando tras el endurecimiento de la Ley en 2011 el número de fumadores bajó hasta el 30 por ciento, algo más de 430.000.
Una realidad que se extrae de la Encuesta sobre alcohol y drogas en España (Edades) elaborada cada dos años por el Ministerio de Sanidad y actualizada recientemente para el periodo 2016 - 2017, que sitúa a Castilla y León como la segunda región de España en la que mayor porcentaje de población reconoce haber fumado alguna vez en su vida, casi el 80 por ciento de la sociedad, solo por detrás de Baleares y casi diez puntos más que la media nacional.Este repunte de fumadores llega después de que las la aplicación de la ley antitabaco, en especial la modificación de 2010 que prohibía el consumo en cualquier espacio público cerrado, mermara sensiblemente el número de adictos a la nicotina.
"Este cambio de tendencia es muy preocupante porque muestra cierta relajación y olvido de que el tabaco sigue siendo el principal problema de salud pública en España tanto por la mortalidad que genera como por la disminución que ocasiona en las expectativas de calidad y esperanza de vida", han lamentado desde la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España.
Unas advertencias que también comparte el presidente del Consejo de Médicos de la Comunidad, José Luis Villarig, que ha resaltado que "el tabaco es un producto malo para la salud en toda la extensión de la palabra ‘malo’ y tiene que ser erradicado de la vida social".
"El que fuma está aumentando las posibilidades de enfermar y está reduciendo con cada cigarro sus posibilidades de supervivencia", ha sentenciado.
A pesar de esto, todavía sigue habiendo un pequeño porcentaje de fumadores esporádicos o de ocio -no consumen a diario-, que en la comunidad representan otras 90.000 personas que aseguran haber consumido tabaco alguna vez durante los últimos doce meses, aunque no lo hagan cada día.
Recientemente se presentó en el Senado el informe "La legislación frente al tabaco en España: logros y carencias", elaborado por una veintena de expertos en el que proponen nuevas medidas para intensificar la reducción de daños producidos por el tabaco, como la implementación del empaquetado genérico, el desarrollo de más campañas de publicidad de prevención; igualar el precio de los productos del tabaco; o considerar nuevos espacios libres de humo como playas, terrazas y coches donde viaje algún menor de edad.