OPINIÓN/ Santiago, Patrón de España
Amalio de Marichalar reflexiona en este artículo de opinión en torno a la celebración de Santiago Apóstol, patrón de España, y la participación de los Reyes.
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OPINIÓN/ Santiago, Patrón de España
Acabamos de celebrar el 25 de este mes de julio el patrón de España. Ha sido muy emocionante ver a SSMM los Reyes hacer la ofrenda al Apóstol en Santiago encomendado Su Majestad el Rey a todos los fallecidos de esta pandemia tan trágica que sufrimos y a la unidad de todos los españoles en un esfuerzo común en esta encrucijada de nuestra historia. Salvo la solemne ofrenda y lo que hemos escuchado en la Misas por el Patrón, en toda España, nadie nos ha recordado que el sábado ha sido uno de los días más grandes del año.
Santiago es el Patrón de España, y eso debe llenarnos de orgullo pues somos la nación más antigua -junto a Portugal- de Europa. Creo muy sinceramente que no estamos haciendo las cosas bien desde hace mucho tiempo. Con distintos gobiernos, y con nuestras " prioridades" creo que nos estamos equivocando del todo. Creo también que ha llegado el momento de decirlo alto y claro.
No se puede década tras década ir " parcheando" la situación con componendas de todos los partidos, abordando solo lo urgente y lo miope y olvidando lo importante. Lo importante y lo único importante es España, y por tanto los españoles. España y españoles con mayúsculas. Ha llegado la hora de quitarse los complejos fatuos y los " cálculos políticos " -los de la mala política-, y pensar en grande, pensar en los valores de nuestra nación. Hacerlo como lo hacen las naciones grandes y desacomplejadas. Por supuesto que en todos lados hay mucho que corregir y aprender todos los días. Por supuesto, pero de ahí, a lo que estamos viviendo en España, donde somos el hazmereir de las grandes naciones, hay una gran diferencia.
España es una gran nación. España ha contribuido como ninguna otra, a una parte esencial y trascendental del progreso del mundo. Gracias a España se descubrió un nuevo mundo, se circunvalo la tierra por primera vez, con la innovación y adelanto que ello supuso, como puerta a la globalización de hoy; se evangelizo, si, se evangelizó Hispanoamérica y partes importantes del resto del mundo, se llevó nuestro idioma y nuestra cultura a todos esos lugares, fuimos los precursores, si, los precursores de los derechos humanos, se aportaron grandes estudios y descubrimientos desde el Ejercito y la Armada y todas sus disciplinas, así como desde los grandes pensadores, literatos, pintores, músicos, artistas... en fin una aportación sin par, en la que España durante muchos siglos fue la primera nación e imperio del mundo.
Como eso es así y no admite discusión alguna, lo siento por quien no conoce, o más bien reniega de la realidad, inventando cuentos para ellos mismos, ya que si fueran para niños, serían nuevamente inspirados en una historia de éxito. ¿ Claroscuros hay en todos lados? Pues claro. Si no, no podríamos certificar la grandeza sin igual de España.
Y una nacion grande, guste a algunos o no, se basa y se retroalimenta en muchos hechos diarios, de todo tipo. Tradiciones populares, religiosas, y culturales. Conmemoraciones importantes, celebraciones públicas y privadas seculares, aniversarios institucionales vinculados a la historia de una gran nación, aniversarios vinculados a nuestra religión católica y a nuestra larga tradición de siglos de profundas raíces cristianas - claro que si -, y donde las instituciones están obligadas a cumplir y respetar, pues forma parte de la cultura profunda de un pueblo, sin que ello menoscabe en nada la separación entre la Iglesia y el Estado y las funciones propias de cada uno. Se trata de querer comprender las cosas y tener un grado de cultura y educación suficiente, como para que todo ello conviva con el máximo respeto, pero sin olvidar la riqueza secular de nuestra historia donde nuestra religión, si, nuestra religión católica, y muy orgulloso de decirlo, como comparte profundamente la mayoría de la sociedad española, es un hecho esencial, y vivo, y merecedor del máximo respeto institucional y además trasciende a los poderes públicos, les guste o no, y por tanto deben respetarlo escrupulosamente. Quien quiera mancillarlo no sera digno de su posición, y no obtendrá la mínima calificación y nivel adecuado exigible en democracia, para ejercer la responsabilidad delegada en un un periodo, por el pueblo español.
Santiago es el Patrón de España, y debemos al Apóstol la conciencia de nuestra unidad como pueblo . España es sobre todo un crisol de muchos esfuerzos compartidos, un ejemplo de cómo una Nación tuvo y ancló su más remoto origen en la defensa de la libertad que enarboló el pueblo numantino, de como quiso unirse en un empeño común en Covadonga, de como la marca hispánica en Cataluña y Navarra impulsa a los reinos cristianos uniendo fuerzas en el mismo camino, y en las Navas de Tolosa, al grito de Santiago y cierra España, ver la Luz para que los Reyes Católicos continuaran una empresa universal . Santiago preside esa gran gesta y llega a Galicia, ni más ni menos que como uno de los grandes Apóstoles de Cristo, sirviendo de alma vertebradora de esta gran empresa universal española, sirviendo además, también, ni más ni menos, de Camino donde quieren confluir el resto de los reinos cristianos de Europa. No es casualidad que sea por tanto Santiago impulsor del alma cristiana de España y del resto de Europa y por ello debemos al Apóstol gratitud eterna, honrarle y quererle como siempre le hemos querido en medio de esta época de " la nada " que estamos viviendo , de este vacío demoledor y de frío metálico al que quieren avocarnos, presidido por un relativismo envenenado, donde todo vale con tal de destruir los valores de la persona. Entonces, definitivamente hemos de decir basta. No estamos en absoluto de acuerdo. Basta de engaños y de perversa doctrina de hechiceros aprendices.
España es una gran nación con un gran Patrón, el Apóstol Santiago. Los españoles y nada tiene que ver con ideologías, cada una muy respetable, - siempre que no sean los extremos ideológicos que nos recuerda el parlamento europeo hace bien poco repudiar por su trágica trayectoria, como son el nacionalsocialismo y el comunismo -, queremos seguir pudiendo celebrar nuestras fiestas en libertad y que nadie de forma siniestra quiera por intereses egoístas y espureos cambiárnoslas. Queremos seguir hoy y siempre honrando a nuestro Patrón. No queremos que se cambie la verdad de nuestra historia. Cada parte de España representa con la admiración de sus singularidades, un momento de la historia común de España. Cada rincón de España ha aportado desde su impulso propio un profundo proyecto compartido, como firme eslabón de una cadena, y nada ni nadie puede perversamente y con el engaño cambiar la historia de España por mucho que para lograr empeños maquiavélicos no se quiera hoy enseñar en ningún trozo de España . España es una gran nación y prevalece su unidad y la igualdad de los españoles ante nada. Se ha de terminar ya de una vez, tanta falsa labor de la mala política. La sociedad civil así lo exige, ante la injustificable e incomprensible alarma que estamos sufriendo. España es lo que es - por cierto, el español es también, lógicamente, lo que es, aunque parezca absurdo tener que decirlo -, y todas las demás autonomías, regiones y localidades, y grandes o pequeñas singularidades, son la magnífica y natural suma en bien de España y de su unidad indiscutible, y no al revés. Creo que de una vez hay que decir las cosas como son y sin ambages. Ninguna nación seria se cuestiona todo esto y por tanto tenemos toda la legitimidad, simplemente para reclamar las cosas que son las más obvias y normales, sin que nada ni nadie nos cuente cuentos chinos que además son de naftalina revolucionaria y sin el mínimo sentido en una democracia moderna y europea del siglo XXI.
Pedimos a Santiago Patrón de España, a la Virgen Inmaculada, Patrona de España y a la Virgen del Pilar Patrona de toda la Hispanidad, la cual según una venerada tradición se le apareció a Santiago Apóstol en Cesaraugusta, por nuestra patria. Nunca mejor que hoy, donde nuestra patria se ve zarandeada por ilegítimos intereses, pero donde la fuerza de las convicciones honestas y de la verdad de nuestra historia secular presidida por el Patrón de España, siempre va a encontrar el camino recto en bien de las presentes y futuras generaciones, y siendo el Apóstol Santiago el alma de toda España y el firme Camino, gracias a sus raíces cristianas, donde quiere confluir hoy y siempre el resto de Europa.
Fdo: Amalio de Marichalar, Conde de Ripalda