TRIBUNA / Escultura de La Saca
Alarmado por el anuncio municipal de una gran escultura de homenaje a La Saca, a Ricardo Mínguez le asaltan serias dudas sobre el método de selección de la obra y el autor o autores y aprovecha en este artículo para recordar el incumplido compromiso del Ayuntamiento de levantar un monumento a Machado en la Alameda de Cervantes. Sugiere que se consulte a los sorianos sobre sus preferencias.
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TRIBUNA / Escultura de La Saca
Por las declaraciones de su portavoz, parece que los presupuestos del Ayuntamiento de Soria para 2024, 2025 y 2026 incluirán las partidas económicas para sufragar una importante escultura de homenaje (?) a La Saca que se colocará en algún céntrico lugar de la ciudad.
El coste avanzado se situaría en unos 600.000 euros y se trataría de “un gran proyecto escultórico que ya se encuentra bastante definido, aunque todavía no ha trascendido nada sobre su estilo artístico o sus materiales” (SoriaNoticias de 06/12/2023).
Y el debate que se ha generado es sobre la futura ubicación del monumento, no sobre lo, a mi parecer, sustancial del proyecto. Me explicaré con unas cuantas dudas sobre el meollo del asunto.
Es evidente que una inversión de 600.000 euros en Soria reviste gran importancia. No se trata de una más de las numerosas esculturitas que el Ayuntamiento ha ido colocando últimamente por toda la ciudad. Esculturitas que no se sabe con qué criterios se han seleccionado (ni los autores ni la calidad estética de las obras) ni quién o quiénes han resuelto sobre su colocación.
Se trata de elementos con vocación de permanecer en los espacios públicos de Soria, y algunos pensamos que es un tema que no debiera resolverse con nocturnidad (la alevosía es a juicio posterior de cada vecino), sin publicidad ni transparencia.
¿Son producto de un concurso público? ¿Son obras seleccionadas y recomendadas por alguna institución u organismo competente en materia cultural? ¿O se trata de decisiones personales de algún cargo político con mando en plaza como pueda ser el ilustre concejal de Cultura? ¿Ha habido algún asesoramiento de especialistas en el mundo del arte y, en particular, en el tratamiento de los espacios públicos?
Y claro, con estos antecedentes, saltan todas las alarmas sobre lo que, si no se adoptan unas mínimas medidas de control, puede llegar a ser uno de los mayores atentados a perpetrar en el amplio catálogo de acciones encaminadas a la completa destrucción de los espacios públicos de la ciudad.
¿Cómo que el proyecto “ya se encuentra bastante definido”? Lo primero que habría que definir es la formación de un comité o grupo de expertos de reconocido prestigio en el ámbito de la cultura que adopten las decisiones clave siguientes: el sistema de selección o elección de un determinado proyecto; del escultor o equipo de escultores; de la propuesta o anteproyecto de escultura que mejores características de calidad artística reúna, incluidos tamaño, composición, estilo, materiales, etc. etc. ¿O es que ya se ha comprometido la compra de la escultura, en el mejor estilo de actuación municipal, sin concurso público ni publicidad ni conocimiento del proyecto final, a un determinado “artista”, dicho sea con la peor de las intenciones?
¿Cómo que “todavía no ha trascendido nada sobre su estilo artístico o sus materiales”? Todavía: adverbio de tiempo. Tal como se informa de la buena nueva cualquiera concluirá que los hay que ya conocen estilo y materiales pero que TODAVÍA no es momento de informar a los vecinos, pobres ignorantes. Si al menos se informara de que “todavía no se ha definido el estilo artístico ni los materiales”… Con “trascendido” se estaría confesando que el encarguito ya está o en tratos o comprometido o convenido-incluido el precio-.
Podemos estar ante una magnífica oportunidad para dotar a Soria de una valiosa seña de identidad o ante una nueva tropelía económica y cultural de nefastas consecuencias, incluido el ridículo, para la ciudad. Sólo hay que acercarse a Madrid y contemplar con estupefacción el vergonzoso mural torero colocado por decreto en uno de los muros laterales de la Plaza de Toros de Las Ventas.
Y, por cierto, aprovechando el furor escultórico de nuestro Ayuntamiento, no está de más recordar que el Pleno de la Corporación acordó en noviembre de 1955, siendo alcalde Eusebio Fernández de Velasco Garnacho, erigir un monumento a Antonio Machado – un monumento, no una esculturita- en la Alameda de Cervantes –imposible encontrar mejor localización-. Quizás fuera interesante someter a votación popular si los sorianos prefieren invertir sus euros en una escultura de La Saca o en cumplir el acuerdo ya adoptado de levantar un definitivo monumento a Antonio Machado.
Fdo: Ricardo Mínguez Izaguirre