Rafael Nadal: las enseñanzas para forjar a un campeón
Entrenador de su sobrino Rafael Nadal durante buena parte de su carrera deportiva, Toni Nadal ha trazado en la gala conmemorativa del 125 aniversario de la Cámara de Comercio de Soria todo los secretos de sus enseñanzas, que han servido para forjar un deportista con un hueco en la historia.
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Para empezar, el coach Nadal ha señalado que los mensajes para elevar la autoconfianza del jugador lo que hacen es elevar sobre todo el autoengaño y con éste en muy difícil progresar en la vida.
En este sentido ha reconocido que él parte de una realidad y de tener la voluntad de modificarla. “Es lo que procure hacer con Rafael. El compromiso que tuve con él es decirle lo que él quería escuchar sino decirle aquellos que creía que le ayudaría a mejorar”, ha resaltado.
Nadal ha apuntado que uno tiene que ser consecuente en la vida con lo que ha elegido.
“Si elige ser un trabajador excelente o normal. Ambos tienen que saber que tienen que pagar un precio. El discreto normalmente va a trabajar de las ocho a las tres y a las tres se olvida y pone el foco en otras cosas. Y tendrá una menor remuneración y una menor satisfacción personal o profesional. El trabajador excelente sabe que tener el precio de una preparación, que cuando acabe el entreno no se puede olvidar. Rafael toda la vida desde que era muy joven quiso llegar a ser de los mejores jugadores del mundo. Era su propósito. No le pedí nunca que fuera un jugador esforzado sino que fuera consecuente con su elección”, ha argumentado.
Por ello, su compromiso con su sobrino ha sido decirle siempre la realidad de las cosas, como en el Torneo de Montecarlo, cuando se enfrentaron a Federer, un partido muy complicado por las virtudes tenísticas del suizo.
“En la vida casi siempre hay solución. Y le dije que le podría ganar si juegas cada punto como si fuera el último, como si te fuera la vida en ello. Y si se las tiras al revés suyo, entonces con algún problema, podrás ganar. Así lo hizo y al final ganó. Dos años después volví a decirle lo mismo, que se las tirará todas al revés, pero Federer nos dio una paliza. Había mejorado el revés sin avisarnos”, ha apuntado con humor.
Estrategia
Para diseñar una buena estrategia, según Nadal, hay que conocer la realidad.
“A Rafael le quise trasladar ese día que en caso de ganar, tenía que seguir mejorando su juego. Y porque siempre tuve una gran confianza en mi sobrino. Es imposible estar en la vida si no tienes confianza en que las cosas pueden ir bien, tanto en el mundo del deporte como en el de la empresa”, ha asegurado.
El coach Nadal ha reconocido que nunca tuvo necesidad de engañar a su sobrino, porque siempre tuvo gran confianza en él, aunque él como entrenador nunca fue un tipo confiado.
“Supe que mi sobrino era un tipo normal, con un buen talento, pero nada más. Con un talento principal que era la disciplina y la voluntad de seguir mejorando. En mi trayectoria como entrenador he visto muchos jóvenes con gran potencial quedarse por el camino. Procure por eso que mi sobrino estuviese siempre con las antenas puestas. Siempre sabiendo que una victoria de hoy para nada te asegura una victoria mañana. Y lo que necesitaba era tener la cabeza abierta para seguir avanzando”, ha señalado.
Además ha resaltado que en la vida lo que te acerca a conseguir tus propósitos es tener un carácter bien formado.
Carácter fuerte
“Para construir un carácter fuerte se necesita mucho. Procure a mi sobrino hacerle las cosas difíciles, no fáciles. Procure ser un entrenador duro y exigente. Y no fui duro porque crea en la dureza como un fin, sino como un medio para conseguir las cosas. Fui un entrenador duro porque sabía que el reto de Rafael era elevado. Fui exigente con mi sobrino porque ví a un chico que estaba dispuesto a soportar esa dureza. Y fui duro y exigente con mi sobrino, porque le tenía una gran estima. Nunca hubiera sido duro con alguien por el que no sintiera un gran aprecio”, ha reconocido.
Nadal ha señalado que en la actualidad se tiende a complicarlo todo demasiado en el deporte. Ha recordado que dio una charla al Manchester City, antes de enfrentarse al Real Madrid, y en un momento dado Pep Guardiola le explicó todo su organigrama, compuesto por 51 personas y “le dije que qué puñetas hacían 51 personas trabajando en algo tan simple como pegarle patadas a un balón”.
En este sentido ha señalado que su sobrino, en su carrera deportiva, ha comido bastante mal pero “más o menos jugó bien”, al igual de Federer. “Es verdad que Djokovic come muy bien, pero mirarle qué cara”, ha señalado con humor.
Mundo de datos
Nadal ha señalado que nunca ha prestado atención a lo secundario sino tenía claro que con lo esencial no se podía avanzar más.
“Hoy tendemos a dar demasiado valor a lo que es secundario”, ha recalcado.
Nadal ha reconocido que estamos en un mundo de datos que nos aporta valor e información pero ha asegurado que su sobrino ha llegado a ser buen jugador con solo tres datos que le transmitió: golpea la pelota lo más fuerte que puedas, si es posible tirar la pelota donde no esté el rival y a ser posible dentro de la pista.
“Con estos tres datos mi sobrino llegó a ser un buen profesional y hubo un cuarto dato que le llevó a ser uno de los mejores de la historia: le decía, Rafael, golpea la pelota cada vez lo mejor que puedas. Esto es la exigencia. Mi sobrino llegó a ser un gran jugador gracias a acostumbrarse a golpear la pelota cada vez de la mejor manera posible en cada entrenamiento o pequeño partido”, ha señalado.
Nadal ha recordado que a su sobrino se le detectó en el 2005 un problema en el hueso del pie y el especialista médico en Madrid le dijo que su carrera deportiva estaba prácticamente terminada.
“Desde finales de 2005, mi sobrino ha sido incapaz, en el 90 por ciento de las veces, de acabar su entrenamiento. Y ha sido de incapaz desde entonces de jugar un torneo del Grand Slam sin tomarse calmante. A mí no me gustan las quejas. Las pocas veces que mi sobrino ha venido a contarme algo del pie, le decía que esto es lo que hay y con esto hay que jugar. Y le añadía: no te quejes porque la vida nos ha tratado mejor de los que esperábamos. Y también le decía que aunque tengas esto, estoy convencido de que las cosas irán bien”, ha recordado.
Factor diferencial
Nadal ha comprobado que después de muchos años de verle jugar a su sobrino y de acompañarle en su carrera, que su factor diferencial no ha sido la tecnología ni la nutrición ni la estadística, sino la actitud.
“La actitud le hizo ganar muchos partidos y superar todas las dificultades que le sobrevinieron durante toda su carrera. Mi sobrino ha tenido la suerte de tener una carrera exitosa, ganar 22 gran slam. Pero lo que ha ganado más en la vida es una satisfacción personal del deber cumplido. Saber que ha hecho todo lo necesario para alcanzar su propósito”, ha señalado.
En este sentido ha reconocido que siempre buscó puntos de insatisfacción sobre todo cuando las cosas iban muy bien.
“Siempre me interesó hacerle creer que él tenía menos opciones, porque era la manera que entendía que se motivaría”, ha recalcado.
Adversidad
Toni Nadal ha señalado que hay que saber que la adversidad forma parte de la vida y ha reconocido que él nunca se ha quejado.
“Cuando tuvimos el problema del pie, le dije al equipo que por favor no hablarán más de él. No he visto nunca que hablando de un problema, no lo acrecientes. El pie no tiene solución y así que es mejor que no hablemos y vayamos a hacer lo que podamos, sin contar con el pie”, ha señalado.
Nadal ha subrayado que siempre hay oportunidades en la vida aunque tengas de rivales a Djokovic o a Federer y “hay que buscar tu camino”.
Análisis
En este sentido ha explicado que con su sobrino Rafael analizó sus características físico-técnicas y las necesidades del juego e hizo una combinación.
“Le decía que si no eres capaz de ganar a tu rival, al menos no le ayudes a que te gane. Nos tenemos que ir siempre de la pista con la convicción de que si hemos salido derrotados no ha sido por nuestra culpa, sino porque el rival era mejor”, ha resaltado.
Además ha asegurado que le transmitía a su sobrino que cuando las cosas iban mal, que intentará seguir luchando un poco más.
“Lo más normal es que acabes cediendo pero habrá algún día que conseguirás darle la vuelta a la situación. Y ese día va a justificar todos ellos que no lo conseguiste. Es lo que hay que hacer en la vida. Lo que da sentido a la vida es este proceso de la lucha. Cuando uno ha dado todo, se va tranquilo”, ha recalcado.