"Nunca se avanza lo suficiente, pero sí se ha avanzado"
entrevista de cerca Andrés Soto VEINTISÉIS AÑOS AL FRENTE DE ANDE-SORIA
Veintiséis años al frente de Ande-Soria son toda una vida. Las imágenes reflejan el paso del tiempo en la trayectoria de Andrés Soto al frente de una asociación que se ha ganado el respeto de toda la sociedad.
Verdes y singulares
Piezas ocultas pero nunca desconocidas
La decisión estaba tomada desde septiembre pero hasta hace unos días no se hizo pública. Se va con la satisfacción de haber formado parte de la familia de las personas con discapacidad y haber intentado dignificar su vida. Ande-Soria ha perdido un presidente, pero ha ganado un voluntario.
¿Estamos acostumbrados a que nos lo den hecho?
Considero que los sorianos somos cómodos. Hay mucha gente que ha colaborado con nosotros, pero en la medida que le hemos dicho que es lo que tenía que hacer. Pero han sido pocas las ocasiones en las que otros han expresado las iniciativas.
¿Qué consejo le daría a su relevo?
Aparte de que cuenta con mi apoyo, que no le dé reparo porque hay mucho camino realizado y dé el paso. Lo importante está ya y solamente es continuar la labor, aportando su matiz personal.
¿Qué momentos decisivos ha vivido en la asociación?
Es indudable que el año 1987 marca un antes y un después en la asociación. Es el año del primer certamen de villancicos, en el que acude invitada Isabel Preysler. Con su presencia, la sociedad soriana se dió cuenta que hay un grupo de personas que aún siendo discapacitadas son capaces de mantener la atención encima del escenario, cantar... A partir de entonces empezaron a ayudarnos más.
¿Y en cuanto al club deportivo?
Sin duda, cuando empezamos a hacer los campeonatos nacionales en el año 2000. Refrendado luego con los primeros premios en el ranking nacional. Y los convenios con Diputación y Ayuntamiento, que nos sirvieron para marcar el antes y el después.
La integración es el objetivo ¿la sociedad ha avanzado lo suficiente en estos años?
Nunca se avanza lo suficiente, pero sí se ha avanzado. Nunca he tenido mayor termómetro que desde que anuncie la dimisión, el que la sociedad soriana haya valorado lo que se ha hecho.
¿Qué nos enseñan los discapacitados?
De momento, transparencia. No tienen ningún tipo de prejuicios, se muestran tan como son. Y de eso tendríamos que aprender mucho; no tienen esa doble cara y sentido. Cuando te dan un abrazo, es sentido, y cuando te miran, lo hacen a la cara. El discapacitado no solamente es como un caramelo que va envuelto, sino que tienes que quitarle el papel para ver lo que hay dentro.
de origen
Ocio y tiempo libre
Andrés Soto llegó en los 80 como trabajador interino al Angel de la Guarda. Fue entonces cuando detectó una laguna entre la institución y las familias. Y se le ocurrió la posibilidad de convencer a un grupo de personas, algunos familiares, para ocupar el tiempo de ocio y tiempo libre de las personas con discapacidad. Con el tiempo, su programación ha servido también como respiro para las propias familias.
