"Nómadas en la encrucijada", nueva muestra en Soria
La exposición "Nómadas en la encrucijada" refleja en Soria una radiografía de la plástica aragonesa más desconocida e ignorada del periodo comprendido entre 1850 a 1950.
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La muestra, inaugurada ayer por la tarde en el centro cultural Palacio de la Audiencia, se podrá contemplar hasta el 2 de mayo.
La exposición está compuesta por medio centenar de obras, seleccionadas entre más de doscientas, que conforman la colección conseguida a lo largo de cuarenta años por los pintores Iris Lázaro y Eduardo Laborda, en anticuarios, subastas, domicilios particulares o el rastro de Zaragoza, según explica el prólogo del catálogo de la muestra.
Sus propietarios subrayan que la colección es una radiografía de la plástica aragonesa más desconocida durante un siglo.
La serie de pinturas, dibujos y carteles que la componen se articula en torno al carácter nómada de buena parte de sus autores, una singularidad facilitada por la privilegiada situacón de Zaragoza, estratégica encrucijada entre el norte y levante, entre Madrid y Barcelona.
De los artistas viajeros que recalaron en la ciudad del cierzo se encuentran el retratista barcelonés Salvador Escolá, el ilustrador y cartelista valenciano Francisco de Cidón, el riojano Ángel Díaz Domínguez y el vidriero vasco Santos Cuadrado, sin olvidar al pintor más relevante de Aragón, Francisco Marín Bagüés, de ascendencia soriana, o el soriano Maxímino Peña, que pasó la guerra civil entre Soria y Zaragoza pintando retratos al pastel.
También se dan cita obras del exiliado Ramón Martín Durbán o Mariano Barbasán y de los turolenses Luis Berdejo, Juan José Gárate y Bayo Marín.