Los sindicatos de prisiones no creen que la nueva cárcel se abra en 2019

Una treintena de funcionarios de prisiones han protagonizado hoy una marcha reivindicativa desde el nuevo centro penitenciario de Soria, pendiente de apertura en el barrio de Las Casas de Soria, hasta la sede de la Subdelegación del Gobierno en la provincia, para reclamar al Gobierno mejoras en las plantillas de personal, la equiparación salarial con compañeros de otras comunidades y ser considerados como agentes de la autoridad.

El representante de CSIF, Javier de Diego, ha señalado a los periodistas que le parecen buenas las intenciones del ministro Grande-Marlaska como de la delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, pero "es muy difícil porque no se ha declarado de interés ni se han adelantado las expropiaciones, y hay nueve meses de ejecución de las obras".

Además ha señalado que falta todavía además crear el nuevo centro penitenciario y aprobar una relación de puestos de trabajo, cuyas plazas nuevas depende de una convocatoria de oferta de empleo que todavía no está convocada.

"La política es así. A nosotros hasta ahora, cuando estaba el PP, nos apoyaba el PSOE, que hizo una enmienda a los presupuestos del Estado para que nos subiesen el sueldo pero ahora están en el Gobierno y no quieren saber nada", ha lamentado.

El representante de UGT Prisiones en Soria, Rafael Gil, ha señalado que cuando los trabajadores vean la primera máquina tendrán que calcular que pasarán dos años para terminar todas las obras y abrir el nuevo centro penitenciario.

"Ahora mismo no vemos máquinas ni nada. Sólo promesas y palabras", ha apuntado.

De Diego ha asegurado que lo normal es abrir el nuevo centro penitenciario con dos o cuatro módulos, no con los ocho con los que cuenta y que ha comprometido el ministro del Interior.

Además ha reconocido la mejora que supondrá el traslado al nuevo centro penitenciario, ante las carencias que arrastra la actual cárcel