Las toallitas, una mala práctica de algunos vecinos, ensucían el Duero
Las tormentas que han barrido Soria capital han puesto de manifiesto de nuevo una mala práctica de una parte de los vecinos, que no tienen reparos en arrojar de forma indebida toallitas y otros elementos plásticos a la red de saneamiento, lo que termina ensuciendo el río Duero y dando una imagen poco recomendable de la ciudad.
FOES forma a pastores en emprendimiento y competencias digitales junto a Mancomunidades de Tierras Altas
Soria ¡Ya! denuncia las mentiras del PSOE para justificar su acuerdo de gobierno con ERC
El río Duero presenta una imagen ciertamente poco edificante con muchas toallitas en su orilla, como se puede ver en las imágenes.
Las toallitas y otros elementos plásticos arrojados indebidamente a la red de saneamiento (como bastoncillos, preservativos, compresas, etc.), además de producir atascos, se van desintegrando en micropartículas plásticas (microplásticos) y terminan directamente en nuestros cauces, ríos y mares. Allí, las fibras plásticas de estas toallitas pueden tardar más de 100 años en degradarse en fragmentos aún más pequeños.
Por ello, y debido a los graves daños ambientales y en infraestructuras de saneamiento que causan las toallitas húmedas, desde Greenpeace han pedido que se dejen de utilizar y comercializar. Y que en ningún caso se arrojen por el desagüe.
Los resultados de este año del proyecto europeo de ciencia ciudadana 'Plastic Pirates', desarrollado en Castilla y León por la Universidad de Burgos y la Fundación Oxígeno, confirman que, en la línea de los años anteriores, los plásticos de embalaje y las toallitas sanitarias de un solo uso son los residuos que se contabilizan en mayor medida en los ríos que se han estudiado
Cada año más de 4.000 millones de toallitas acaban contaminando las aguas de ríos y mares, debido entre otras causas a que los usuarios no leen detenidamente la etiqueta del producto y piensan que están actuando correctamente. Mientras, la industria de las toallitas crece un 8% cada año.