Las biografías de Semprún y Castro abren Encuentros de Soria

Fox, que ha dedicado su segunda biografía a Semprún, ha participado ayer por la tarde en la primera jornada de los "Encuentros de Soria", organizados por el Centro Internacional Antonio Machado y dedicados a autores de biografías.

La biógrafa de Jorge Semprún, que ha hablado de "cómo escribir una biografía y sobrevivir en el intento", ha declarado a los periodistas que al final no sabe todo del personaje, porque, según ha subrayado, "era un profesional de la clandestinidad".

"Había llevado como nombre Federico Sánchez y muchos otros alías. Fue un agente del Partido Comunista; fue una persona que tuvo muchas vidas, muy distintas y en muchos compartimentos; es un personaje muy complicado", ha resaltado.

En este sentido ha apuntado que, por ejemplo, Semprún tuvo dos nominaciones a los Óscar de Hollywood por dos guiones de película, antes de regresar a España y ser ministro con Felipe González.

Fox ha apuntado que lleva casi 19 años trabajando sobre la biografía de Semprún en su tiempo libre, "un proceso muy lento, caro, por requerir investigación en muchos países".

"Hay que armarse con paciencia y con tenacidad. El trabajo que tiene no se sabe nunca de antemano", ha recomendado.

Fox ha señalado que está pensando mucho el nuevo personaje del que realizará una biografía, que será del mundo del arte y con un vínculo con Estados Unidos y España.

Jorge de Semprún Maura (Madrid, 10 de diciembre de 1923-París, 7 de junio de 2011), fue un escritor, intelectual, político y guionista cinematográfico español y ministro de Cultura de España entre 1988 a 1991.

Por su parte, el bibliotecario en el Instituto Cervantes de Berlín y documentalista, Sergio Campos, ha hablado en los "Encuentros de Soria" de la biografía de Enrique Castro Delgado, comandante jefe del 5º Regimiento de Milicias Populares durante la Guerra Civil y que, al terminar la contienda, se exilió en la U.R.S.S.

Campos ha explicado que Castro vio con sus propios ojos la realidad del comunismo que había defendido desde 1925, lo que le convirtió en un renegado, escribiendo dos libros autobiográficos donde hablaba del abandono de su militancia comunista y confesaba los crímenes cometidos por él durante esa época de idealismo revolucionario.