"La mayoría se identifica con la Constitución"
entrevista de cerca Jesús Posada
PRESIDENTE DEL CONGRESO
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Soria centro
La Constitución celebra su trigésimo sexto aniversario envuelta en un intenso debate político sobre su posible o deseada reforma. El presidente del Congreso, Jesús Posada, pide que los posibles cambios se hagan con el mismo consenso político de su aprobación.
La Carta Magna necesita adaptarse a los tiempos, dicen algunos partidos. Otros reclaman un nuevo proceso constituyente. Posada pide consenso y justificación ante una reforma de la Constitución.
- La reforma constitucional que se demanda ¿solucionará todos los problemas de la sociedad?
En varias de mis intervenciones he señalado que es posible reformarla siempre y cuando se haga cumpliendo dos requisitos fundamentales que en mi opinión ha de cumplir toda reforma constitucional: ha de contar con una clara justificación de sus razones y su oportunidad, y ha de concitar al menos el mismo consenso que acompañó a la propia aprobación de la Constitución.
- ¿Es viable hoy ese consenso al que se refiere? ¿Basta con el apoyo de PP o PSOE? ¿Podría lograrse la reforma constitucional en esta Legislatura?
No sé si podría obtenerse ese consenso, pero, desde luego, lo considero imprescindible. La Constitución de 1978 fue votada favorablemente por algo más del 90% de los Diputados y Senadores que entonces integraban las Cortes Generales, y cualquier reforma ha de lograr al menos el mismo nivel de apoyo.
- ¿El problema catalán es el fundamental a abordar?
No existe problema catalán porque Cataluña es España y España es Cataluña. Yo creo que si se puede hacer un esfuerzo para escuchar las razones por las que algunos catalanes dicen sentirse insatisfechos en España, para intentar de alguna manera que se sientan más cómodos en nuestra patria común.
- De cambiarse la Constitución, ¿qué proceso hay que seguir? ¿Se debe someter a consulta de los españoles?
Los procedimientos para la reforma constitucional están claramente definidos en los artículos 167 y 168 de la propia Constitución, y sólo prevén una consulta popular cuando la reforma afecte al Título Preliminar, a la Corona o a los derechos fundamentales.
-¿Que ha pasado para que la Constitución haya perdido apoyo entre los españoles?
Yo no creo que la Constitución haya perdido apoyo. Percibo que la inmensa mayoría de los españoles se identifican con los valores esenciales que representa la Constitución: con los principios de libertad e igualdad, con el sistema democrático como procedimiento de adopción de las decisiones colectivas, o con un modelo territorial que conjuga la unidad y la diversidad, entre otros.
- ¿Por qué a los partidos les ha costado tanto introducir modificaciones desde 1978?
Debemos recordar que, desde 1978, se han producido ya dos reformas de la Constitución, aun cuando sea en aspectos que no afectan a su núcleo esencial. Si no se han aprobado otras, es porque no han resultado necesarias o porque claramente no han obtenido el suficiente consenso.
- La historia del constitucionalismo español es larga en el siglo XIX y XX ¿qué destacaría de la de 1978?
La diferencia principal entre la Constitución de 1978 y todas las Constituciones españolas anteriores es que, en 1978, los constituyentes quisieron –y lograron- hacer una Constitución de todos, que sentase las bases de una concordia duradera y en la que cupiesen todas las opciones sociales y políticas. Todo ello ha permitido que España viva desde entonces un periodo de estabilidad y prosperidad sin precedentes, que constituye el mayor éxito colectivo de nuestra Historia.
De historia
Única refrendada por el pueblo
Fruto de la negociación entre los diversos partidos políticos, tras las elecciones generales de 1977, la Constitución de 1978 contó con la participación de la inmensa pluralidad de las diferentes ideologías de la época. La Carta Magna recogió la monarquía parlamentaria, como forma política del Estado, asumió los valores democráticos, sociales y del Estado de Derecho y recuperó la organización territorial de la constitución republicana de 1931 Ha sido la única refrendada y aprobada por el pueblo español mediante referéndum (87, 78 % de votantes que representaban el 58,97 % del censo).
