Con buena nota
Un rincón para todos
Sube al bus
Los buenos resultados académicos gozan de una larga tradición en Soria. Los padres tienen desde hace tiempo la voluntad decidida de dar una buena educación a sus hijos. Y a veces, éstos superan las mejores de las expectativas. Es el caso de una clase sobresaliente del instituto Machado, en la que no ha habido ni un suspenso y seis alumnos han obtenido matrícula de honor, un dato que no ocurría en mucho tiempo.
Cuestión de méritos
A los buenos alumnos se les ve venir
El director del instituto Machado, Ángel Sebastián, recurre al éxito mundialista de La roja para explicar tanto expediente sobresaliente: Buenos alumnos, padres preocupados por la educación de sus hijos y un caldo de cultivo adecuado -compañeros y profesores- para desarrollar en ellos las virtualidades que tienen. Con otras palabras, coincide en la receta el director provincial de Educación, Ángel de Miguel. El éxito educativo, apunta, depende de una buena programación, un profesorado dedicado y bien formado, y un ámbito familiar propicio para el estudio.
Dedicación
Con los alumnos sobresalientes, buena mano
Además considera que con los alumnos sobresalientes, hay que tener mano. Y cada profesor lo resuelve con su propia experiencia y desarrollando estrategias para estimular a los estudiantes. Exigen al profesor un plus de imaginación y dedicación, pero es una bendición, resalta.
Para sacar buenas notas, hay que esforzarse. Sebastián entiende que es imposible obtener un buen expediente sin estudiar. Además de capacidades, debe haber trabajo y esfuerzo.
Encontrarse con una clase con seis matriculas no es lo habitual, aunque se dan ciclos. De Miguel apunta que en ocasiones los alumnos se autoestimulan cuando encuentran un grupo competitivo. En las clases, por pequeñas que sean, nunca el alumnado es homogéneo. Siempre se ha dicho que hay una diferencia de más menos dos años de madurez.
Los jóvenes con buenas notas tienen más autonomía pero exigen también un esfuerzo mayor de programación al profesor, que tiene que anticiparse a unas mentes que resuelven con mayor rapidez las propuestas educativas.
Fuerza de voluntad
IVÁN ARCHILLA (Soria, 26 de agosto de 1992), es el mediano de tres hermanos. Ha estudiado siempre en Las Pedrizas y el instituto Machado. Siempre con buenas notas, como su hermano mayor. Iván entiende que no hay más secreto que la fuerza de voluntad y la constancia; poco a poco, cada día, y valor. En su expediente, no se le han atravesado asignaturas, aunque Plástica y Música hayan sido las que más le pusieron a prueba para sacar buena nota.
SUS ASIGNATURAS FUERTES son biología y química. No necesito estudiármelo más de lo que atiendo en clase, dice. Iván reconoce que le ha tocado meter codos en algunas asignaturas, que son de estudiar. Pero en general, no recuerda haberse matado a estudiar. Ha tenido tiempo, repite, para hacer otras cosas. Practica rugby, va al gimnasio y monta en bicicleta. Se puede compaginar, asegura.
MEDICINA es su futuro. Lo tiene claro desde hace tres años. Lo hará en la Complutense de Madrid y se alojará en el colegio universitario Chaminade. Salir de Soria para estudiar no lo ve como un sacrificio. Siempre ha tenido el deseo de conocer y estudiar en la capital de España. Adelanta que le gustaría encontrar trabajo en Soria, una ciudad ideal para vivir siempre que tengas un trabajo estable.
Ambiente familiar
ISRAEL ONRUBIA (Soria, 16 de marzo de 1992), es el mayor de tres hermanos. También dará el salto el próximo curso a la Universidad, tras completar un expediente extraordinario en Las Pedrizas y el instituto Machado. Las notas se cuentan por matriculas y sobresalientes.
A SU JUICIO, lo que más ha influido en su trayectoria escolar ha sido el ambiente familiar. Si la familia te inculca lo de sacar buenas notas desde el principio, lo coges y para adelante, asegura. Biología es la asignatura que más le ha costado y otras de meter muchos codos como historia y filosofía. Física, matemáticas y dibujo han sido las que ha dominado con mayor facilidad. Son de comprender, señala.
PLANIFICAR los exámenes con tiempo y encontrarse un clima bueno en clase han sido otros dos factores que, dice, han contribuido en su buen expediente. Su futuro lo tiene claro. Estudiará para ser algún día ingeniero de caminos, canales y puertos. Lo hará en la Complutense de Madrid. Ha obtenido un 13,16 sobre 14 en las pruebas de acceso.