El Ayuntamiento de Soria despide a Eloísa Álvarez, su primera alcaldesa

El Ayuntamiento de Soria ha despedido, en un acto civil, a la que ha sido su primera alcaldesa, Eloísa Álvarez, fallecida a los 61 años de edad después de una larga enfermedad. 

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El salón de plenos se ha quedado pequeño para acoger este acto, en el que el cantante y el que fuera teniente de alcalde con Álvarez en el gobierno tripartito (1999-2003), Manuel Madrid, ha cantado composiciones de la Tierra de Alvargonzález.

Familias, amigos y representantes políticos de diferentes formaciones han asistido a este acto. Entre ellos se encontraban los ex-alcaldes del Partido Popular, Javier Jiménez Vivar y Encarnación Redondo, que precedieron y sucedieron a Álvarez al frente de la corporación soriana.

El turno de intervenciones ha sido abierto por Eladio Carramiñana, marido de la fallecida. La presidenta de la asociación Antigona, Concha Baena, y el presidente de la Diputación provincial, Luis Rey, han intervenido para glosar la trayectoria política de Álvarez, a la que han calificado como una luchadora. Además, Rey ha leído una carta escrita por el alcalde de Soria, Carlos Martínez, que ha remitido desde Nueva York, donde se encuentra en una reunión convocada por Naciones Unidas. 

OPINIÓN/Hasta siempre compañera

Sabía, sabíamos que Eloísa se iba poco a poco, sabíamos que encaraba con una entereza inquebrantable ese verso que precede al punto y final en una ciudad de poetas a la que le dio todo, pero sobre todo, en una tierra a la que sintió, porque sólo se siente aquello que llevas dentro, en el corazón, y Eloísa, generosa y agradecida con una vida demasiado corta, nos llevaba a todos, pero sobre todo sentía especial debilidad  por quienes más necesitaban un espíritu fuerte como el suyo. Y, por eso, ahora nosotros, los  y las socialistas, los y las sorianas, sentimos esa pérdida de una compañera, una amiga, una mujer, una madre, una enfermera vocacional, una política de raza, una sindicalista comprometida, una feminista convencida, una pionera, una tozuda luchadora y, en definitiva, una persona buena, de sonrisa permanente, que vivió con pasión y que luchó hasta el último aliento para decidir también sobre su forma de decir adiós. Incluso como paciente convirtió su enfermedad y sus derechos en motivo de reivindicación. Mientras nosotros nos resistíamos a pronunciar el ‘hasta siempre compañera’ y llorábamos ante el miedo de sentirnos huérfanos, ella seguía en la batalla activa. Tan fuerte y tan firme en sus convicciones, mantuvo su carácter hasta al final, sin adoctrinar, argumentando y compartiendo lecciones de vida que seguirán marcando nuestro camino. Me niego a usar el pretérito, mi Eloísa, nuestra Eloísa: irreductible y omnipresente.

Hizo historia como primera mujer alcaldesa, como primera alcaldesa socialista, como primera mujer en el comité de empresa del Hospital Virgen del Mirón,  y siempre, detrás de cada paso al frente que dio, de cada ‘techo de cristal’ que superó, se fijó en quienes le acompañábamos y en dejar la puerta bien abierta a quienes le seguíamos. Y, en un mundo hostil para quien se enfrenta al estatus establecido y más siendo mujer, supo moverse con desparpajo y descaro y demostrar que se puede luchar y avanzar sin imponer tu razón y que jamás se debe renunciar a la Igualdad. ¡Ni un paso atrás en derechos sociales! Así es Eloísa.

Gracias Elo, gracias por todo… nos dejas un legado incalculable como mujer, como socialista, como política, sindicalista y alcaldesa, pero sobre todo como persona. Seguiremos, seguiré, mirándonos en tu espejo para  no olvidar que tú nos abriste la puerta, tú marcaste el rumbo. Gracias, de verdad, porque me es imposible resumir en unas líneas todo lo que me has enseñado y todo lo que te quiero. ¡Hasta siempre compañera!

Carlos Martínez, alcalde de Soria 

 OPINIÓN/Luchadora incansable por la igualdad

Qué misión tan injusta es decirte hasta siempre cuando ya te has ido, pero sabed que la oscuridad de su muerte jamás podrá apagar la estela de su luz.

En nombre del consejo municipal de la mujer (si me deja la emoción), me ha correspondido transmitirte y transmitiros a todos y todas, lo grande que has sido, lo importante y didáctica que te hemos sentido todas las mujeres, ya te lo dijimos hace año y medio en el homenaje que se te hizo en este mismo escenario.

Tú no rompiste el techo de cristal, tú abriste esa cúpula inalcanzable para muchas, accediste por suerte y con mucho tesón a lo que se vé por encima de ese cristal transparente, fuiste la primera mujer alcaldesa de Soria.

Sin golpear, sin pisotear, gracias a esa empatía que te caracterizó siempre, a tu capacidad de diálogo siempre y en cualquier circunstancia, a tu búsqueda del consenso siempre y en cualquier circunstancia, de la negociación siempre y en cualquier circunstancia, entrando en el corazón de la gente sin pedir la llave, conseguiste lo que sólo tocan los elegidos…mejorar la vida de mucha gente, modernizar nuestra Ciudad, participar en importantes tomas de decisiones.

 Tú, luchadora incansable por la igualdad en todos los ámbitos, con respeto y tolerancia engrandeciste la democracia frente a tanto miope  corto de miras. Hace poco me comentabas el inmenso camino que se abre todavía para entender la grandeza de la participación, de que todos y todas cuentan…claro que sí: entre todos lo sabemos todo, por eso no podemos prescindir de nadie.

Por todo ello: Gracias Eloísa por trabajar con tanto ahínco por la igualdad.

Gracias en nombre de todas y especialmente como presidenta de Antígona, por tu posicionamiento ante cualquier muestra de violencia, incluída la incontinencia verbal, que neutralizabas con tanta maestría (perdón y gracias, te lo dije en su momento y te lo repito ahora).

Los halagos suenan huecos cuando te has ido. Teníamos que decírtelo, más bien contártelo, también tranquilizarte pues tomamos el relevo en la lucha diaria y nos comprometemos desde aquí a seguir caminando sin prisa pero sin pausa, hasta que te acompañemos a tí y otras vengan a hacer el camino…¡sonreiremos contigo!...y a este compromiso añado el de seguir luchando por el derecho a una muerte digna.

Y no olvidamos tu pasión machadiana: hacemos camino al andar y al volver la vista atrás estarás observándonos y sonriendo.

De nuevo gracias y hasta siempre!!!!! DESCANSA EN PAZ!

Concha Baena, presidenta del Consejo Municipal de la Mujer