El valle de la mantequilla
La mantequilla es un producto con tradición e historia en El Valle. Y en los próximos meses quiere convertirse en un aliciente para fomentar el desarrollo turístico de la comarca.
“Bienvenido al valle de la Mantequilla”, es la leyenda que, junto a un mapa de la comarca, lucirá a la vuelta de unos meses en sendos carteles a la entrada de El Valle, una comarca que quiere aprovechar su vinculación histórica con la mantequilla para su promoción turística, de la mano del proyecto gestionado por la Diputación provincial.
“Se trata de crear un producto turístico singular”, resalta María García, alcaldesa de Valveavellano de Tera. “Todo el mundo tiene esperanzas en que con este proyecto la gente conozca más la zona”, apunta Rosana Romero, alcaldesa de Sotillo del Rincón, quien por su profesión -ganadera y propietaria de una casa rural- tiene claro que el futuro pasa por el turismo. La mayor parte de los ocho pueblos de El Valle están apostando ya en esta dirección, como lo demuestra la multiplicación de casas rurales.
OFERTA INTEGRAL
La Diputación provincial ha seleccionado ya las empresas que harán realidad en unos meses -previsiblemente ya en 2013- lo que hoy está recogido en un proyecto. Probablemente, adelanta García, habrá alguna prórroga para culminar la actuación ya en el próximo año. El proyecto se basa en articular una oferta integral del territorio con la creación de un producto, la mantequilla, que ofrezca una imagen de marca a la zona y que dinamice los recursos potenciales disponibles, diversificando la oferta y desestacionalizando el turismo.
Paisaje urbano, patrimonio histórico, patrimonio natural y promoción y dinamización son las cuatro líneas fundamentales en las que se trabajará. Entre otras actuaciones se embellecerán y recuperarán elementos urbanos de interés, desde los acceso al castro de Las Espinillas hasta establos o toriles. También se regenerarán ciertos enclaves naturales degradados y una red de senderos por El Valle.
La promoción incluirá la edición de material, el diseño de rutas conjuntas entre clientes de los establecimientos de la zona, la creación de una imagen para El Valle, una web turística, un concurso nacional de repostería y una exposición, “Una dulce historia”, sobre la mantequilla y la comarca.
una sabrosa relación
NO HAY OTRA COMARCA en Soria donde sus habitantes estén tan vinculados como en El Valle a la producción de leche. Las abundantes precipitaciones han conformado verdes prados a ambas orillas del río Razón, en el regazo de las sierras Cebollera y Carcaña, ideales para explotar la ganadería vacuna.
LA RAZA SERRANO-PINARIEGA fue mezclada en los años 50 del pasado siglo con la raza parda alpina Suiza, lo que mejoró significativamente la producción láctea. Durante la segunda mitad del siglo XX, la Cooperativa Lechera Soriana promovió la ganadería en toda la comarca. En 1970 había en El Valle 944 vacas y en 1984, 1.838, que producían un total de 6.063.966 litros de leche.
LA MANTEQUILLA YA SE elaboraba mucho tiempo antes en El Valle. Para ello, sus habitantes aprovechaban la grasa que emergía de la superficie de la leche y la batían con un preparado con agua y azúcar. En el diccionario estadístico de Pascual Madoz, publicado en 1845, ya se identificaba a El Valle como zona lechera y productora de mantequilla.
La ASOCIACIÓN SORIANA de Elaboradores de mantequilla (Asoema) y el Patronato para el Desarrollo Integral (PDI) de la Diputación provincial iniciaron en 1999 los trámites para conseguir que la mantequilla de Soria tuviera el sello identificador de la Denominación de Origen. Las industrias lácteas y pastelerías de Soria producen anualmente 95.000 kilogramos de mantequilla, una cifra que se agota en el mercado.
